Ya circulan en Internet el video de Paulina Rubio esposada en Miami y rumores sobre el divorcio del Príncipe Carlos y Camila. Con lo emocionante y divertida que está la realidad, ¡y yo haciendo cola para entrar al cine! Bueno, la verdad es que estaba buscando pretextos para rajarme, porque iba a ver La Noche del Demonio, una película que, según los críticos, es “escalofriante, novedosa y da más miedo que El Exorcista”. Es que soy muy necia y me gustan las emociones fuertes, porque mi hijo me lo advirtió: “¡Ma, está horrible!, es más, te vas a querer salir a la mitad. Hay muertos y una vieja vestida de novia que se aparece y hasta sale el diablo. Ma, mejor no la veas”.
Claro, ya salió el peine. Lo que le impresionó no fue el terror cinematográfico, sino la “vieja vestida de novia”. Es que, digan lo que digan, a los hombres no les gusta el matrimonio, tengan la edad que tengan.
Por eso, dicen las fuentes confiables que Carlos de Inglaterra y Camila se quieren divorciar, que porque eran más felices cuando eran amantes. ¡Pues sí! Tú pregúntale a los recién separados que cómo están y todos te contestan que mejor que nunca.
Esta columnista, que es tan observadora, ha visto feliz a Marcelo Ebrard, por ejemplo. Y a Mijares, también. Me lo encontré en la fila migratoria en un aeropuerto y me hizo reír que da gusto. ¡Qué simpático anda Manuelito! Parecía tan dichoso que estuve a punto de preguntarle por el menaje de su ex hogar conyugal. Ya saben, a ver si me vendía algunas de las cosas que trajo de Indonesia cuando el amor lo podía todo entre él y Lucero. Budas, elefantes, adornos de madera y esos detalles que tanto visten a las casas. También le iba a pedir precio de los electrodomésticos hipermodernos que ambos compartían, pero me dijo la del feng shui que mejor no, porque dichos objetos guardan las malas energías.
Pero, por favor, no nos desviemos, porque lo que iba a comentar hoy es que me duele la separación de Camila y Charles, que es una historia de amor que había vencido todos los obstáculos. ¿Cómo que ya se cansaron? Sobre todo, lo siento por la Duquesa de Cornualles, que sólo se llevará los sombreritos y la secadora de pelo, porque los castillos y todo lo que está adentro pertenecen a la familia real británica.
Quiero pensar que la noticia es falsa y todo ha sido un terrible malentendido. Es que no hace mucho vi un documental sobre su vida en pareja y lucían tan felices.
¿No lo vieron? Era precioso. El Príncipe Carlos y su segunda esposa paseaban de la mano en el campo y luego platicaban con las hortalizas recién sembradas. Eso me pareció súper romántico. Los dos, ahí, hablándole a los tomates y a los espárragos que él cuidaba como hobby y como terapia para sacudirse el estrés que significa ser hijo de la voluntariosa Reina Isabel.
Lo que la gente que afronta un divorcio no sabe es que al principio todo es maravilloso, porque te sientes tan libre. Lo malo es cuando llega la hora de volver a salir a ligar. Usas las técnicas que estaban de moda en los 90, cuando te casaste, y, ¿qué pasa? Que ya están antiguas y nadie te pela.
Lo bueno es que ya existe en París, la ciudad de los enamorados, una expo-feria dedicada a los divorciados, separados y viudos, donde encuentras desde paquetes vacacionales hasta cursos de superación y nueva pareja. Divorciados, ¡bienvenidos a la jungla!
