La definición de una interrupción es: “Una actividad que detiene, temporalmente o no, otra actividad”. De hecho las interrupciones varían en grado, desde la necesaria y fundamentada hasta la simple. Las interrupciones son parte de tu trabajo, pero pueden realmente arruinar tu día.
¿POR QUÉ PUEDEN SER PERJUDICIALES LAS INTERRUPCIONES?
1.Es factible que alteren el ritmo de trabajo y nos “saquen de onda”.
2.Cuando se tienen interrupciones consecutivas podemos perder enfoque.
3.Hacen difícil la continuidad de una tarea.
CUANDO SE NOS INTERRUMPE….
Dejamos de hacer lo que estamos haciendo para atender la interrupción.
Termina la interrupción y volvemos a enfocarnos en la tarea que dejamos a medias, pero con frecuencia de inmediato surge otro pendiente.
Consejo: Procura evaluar tus interrupciones. Pregúntate: “¿Es esto algo que debo atender de inmediato?”
No todas las interrupciones son inoportunas, algunas son una necesidad. Hay algunas de éstas que son válidas, sobre todo si se relacionan con tus metas, prioridades o proyectos clave.
CÓMO INTERRUMPIR CON TACTO
La gente exitosa sabe cuándo interrumpir de tal manera que la otra persona no lo resienta. La mejor manera es aprovechar una pausa y entonces se introduce el asunto con el mayor tacto posible.
PONTE DE PIE
La mejor manera de decirle a alguien que esperas que su intervención no se alargue, es ponerte de pie cuando la persona llega a tu cubículo. No te recargues en la esquina de tu escritorio porque esto parece que cuentas con más tiempo.
SUGIERE OTRA HORA
Explícale al interruptor que te gustaría atenderlo, pero que estás corta de tiempo. Sugiérele otra hora. Ofrécele ir a su oficina o a otro lugar.
DELEGA LAS INTERRUPCIONES
Con frecuencia sucede que tú no eres la persona indicada para tratar ese asunto. Resiste la tentación de ser “la resuelve todo” oficial, más bien dirígelo con la persona apropiada. Agradeceremos nos envíes tus comentarios a: [email protected]