Reuters
SANTIAGO DE CHILE.- Por lo menos 400 chilenos que desaparecieron bajo el Gobierno del ex dictador Augusto Pinochet fueron arrojados al mar, lastrados con trozos de rieles ferroviarios para que se hundieran, según un nuevo relato de testimonios judiciales publicado ayer por el diario La Nación.
El periódico citó a 12 mecánicos de helicópteros retirados que, rompiendo décadas de silencio, relataron detalles macabros de la operación al juez Juan Guzmán, quien investiga denuncias de abusos a los derechos humanos bajo el Gobierno de Pinochet, de 1973 a 1990.
La información de La Nación se basa en filtraciones de testimonios confidenciales suministrados a Guzmán y a su equipo de detectives.
Los mecánicos, que admitieron haber participado en algunos de los vuelos para arrojar los cuerpos sobre el Océano Pacífico entre 1974 y 1978, dijeron que la operación fue planeada y ejecutada por el Comando de Aviación del Ejército, conjuntamente con la policía secreta de Pinochet, la DINA, como una manera de ocultar pruebas de violaciones masivas a los derechos humanos.
“Fueron al menos 40 viajes. En cada uno subieron de ocho a quince bultos a bordo de los helicópteros Puma”, dijo el diario.
“Algunos de los bultos, los menos, no tenían la forma de un cuerpo sino que eran de un tamaño más reducido, sólo parte de los restos”, señaló el informe periodístico refiriéndose a los testimonios de los mecánicos.
Trece años después del retorno de la democracia a Chile, el país todavía sigue tratando de reconstruir su historia reciente, en medio de casi un silencio total de los militares que jugaron un papel en las muertes de unas tres mil 500 personas en las operaciones de Pinochet contra los izquierdistas.
El informe del diario se centra en relatos de testigos que gradualmente han surgido en los medios informativos y en los tribunales, revelando la ubicación de fosas comunes y de vuelos secretos sobre el Pacífico.
Los pilotos de helicóptero y oficiales de alto grado del Ejército han negado haber arrojado cadáveres al mar.
Pero un informe oficial del Ejército en el 2001 señaló que unos 200 izquierdistas que habían sido llevados en secreto a campos de tortura por fuerzas de seguridad de Pinochet fueron matados y “escondidos” en el océano.
La Nación informó que los cuerpos tenían un riel atado con alambre y luego eran introducidos en un saco antes de ser arrojados al agua. Pero uno de los cadáveres, el de una activista comunista llamada Marta Ugarte, apareció en una playa chilena en 1976, dando la primera pista acerca de la operación.
La investigación de Guzmán sobre el caso llevó al testimonio de los mecánicos de helicópteros. Guzmán recientemente acusó a seis ex miembros de las fuerzas armadas de Pinochet, incluido el ex jefe de espías Manuel Contreras, en relación con el asesinato de Ugarte.
Las identidades de los otros cuerpos, que los mecánicos ponen entre 400 y 500, se desconocen.
