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DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

Don Languidio, senescente caballero, solía sacar juventud de su cartera. Para lograr el favor de ciertas damas usaba unos poderosos afrodisíacos: los que imprime el Banco de México. El dinero no compra la felicidad (sobre todo si es poco), pero ayuda a conseguir excelentes sucedáneos. Publilio Siro dijo con desolado acento: "Pecuniae unum regimen est rerum omnium". "Lo único que manda en todas las cosas es el dinero". Hilaire Belloc, escritor católico, hizo este dístico sincero: "I'm tired of love, I'm still more tired of rhyme, / but money gives me pleasure all the time". "Cansado estoy de amar, y más de escribir versos, pero siempre recibo gozo del dinero". La Biblia dice (Primera de Timoteo, 6:10) que el amor al dinero es la raíz de todos los males. El amor al dinero, sí, pero no el dinero. De él, bien utilizado, pueden salir muchas obras buenas. Por eso pedía con devoción Woody Allen: "¡Mándame una señal, Señor! ¡Haz un depósito en mi cuenta bancaria!". Pero me estoy apartando del relato. Vuelvo a él. Consiguió don Languidio que una bella muchacha lo invitara a su casa. Ahí le dijo la chica: "Subamos al segundo piso y hagamos el amor". Respondió con feble voz el maduro señor: "Escoge una cosa u otra, linda. No puedo hacer las dos"... El abogado defensor le dice al testigo: "Tiene usted cara de hombre honrado". Replica muy cortés el individuo: "Agradezco sus palabras, señor licenciado. Yo diría lo mismo de usted, pero desgraciadamente estoy sujeto a juramento, y no puedo echar mentiras"... ¿Alguno de mis cuatro lectores recuerda a los pachucos? El genial Tin Tan los popularizó en el cine, e imitó su modo de hablar. La definición que del término "pachuco" da Santamaría me hace sonreír, por la profusión de adjetivos denostosos que usa: "Tipo mantenido; valentón; medio apachesco; padrotón; chulo al que también llaman 'tarzán'. Todo pertenece al bajo pueblo, a la gente arrabalera y plebeya". ¡Válgame Dios! Ahora bien: ¿de dónde viene el término "pachuco"? Hay quienes lo hacen derivar de "pasuco", y dicen que esa palabra designaba a los chicanos que vivían en El Paso. En todo caso los pachucos, aquéllos de los años cuarentas, vestían el llamado "zoot suit" propio de los negros de las grandes ciudades norteamericanas: saco de solapas muy anchas y grandes hombreras; pantalón que llegaba a medio pecho, con perneras abombadas que se ajustaban en la parte inferior; sombrero de ala amplia adornado con una pluma, y cadena que salía de la cintura y hacía una u hasta llegar al bolsillo del pantalón. (Entre paréntesis, cuando en la Segunda Guerra escaseó la moneda fraccionaria, pues los metales se usaban todos para cubrir las necesidades bélicas, fue permitido partir en dos el billete de un peso. Cada mitad valía 50 centavos -un tostón-, y esa mitad se llamaba también "pachuco", vayan ustedes a saber por qué). Pero otra vez me estoy apartando del relato. Vuelvo a él. Don Martiriano, el esposo de doña Jodoncia, señor correcto y de modales apacibles, sorprendió a sus compañeros de trabajo cuando llegó una mañana a la oficina vestido con atuendo de pachuco. "¡Uta! -exclamó unos de ellos-. ¿Por qué viene usted vestido así, don Martiriano, con ese traje que lo hace parecer monigote, espantapájaros, pelele, monifato, esperpento, fantoche, espantajo, hazmerreír, mamarracho, estantigua o fantasmón?". "No me gusta vestir así -respondió con humildad don Martiriano-. Pero cuando me pongo este traje mi mujer no me invita a acompañarla cuando sale, y así puedo gozar algunas horas de bendita paz"... El oftalmólogo se jubiló, y sus compañeros del hospital organizaron una fiesta para despedirlo. Uno de los médicos, pintor aficionado, le obsequió un cuadro al óleo que representaba un ojo humano. En el centro de la pupila aparecía el retrato del homenajeado. Ve éste la obra y dice: "¡Qué bueno que no fui proctólogo!"... Doña Frigidia le reclamó a su esposo, don Frustracio: "¿Por qué no me compras un abrigo de mink? Siempre estoy fría". Respondió con él sequedad: "Si sabes la respuesta ¿para qué haces la pregunta?"... FIN.

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