Por Eunice Martínez Arias
Fotografías Ramón Sotomayor
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- La ovación parecía que no iba a terminar jamás. Ramón Vargas está acostumbrado a las efusivas muestras de cariño y al reconocimiento de la gente de todo el mundo, pero lo que vivió el viernes en esta ciudad resulta indescriptible: diez minutos de aplausos, mujeres y hombres gritando bravos al tenor. El concierto ofrecido por La Camerata de Coahuila y Ramón Vargas en el Teatro Isauro Martínez, nada tiene que pedirle a las suntuosas noches de ópera de las grandes metrópolis del mundo.
A pesar de tener 20 años de carrera; el cantante no pudo dejar de sentir nervios. Sus manos se entrelazaban antes de cada actuación, pasaba saliva incesantemente. Su sola presencia impuso, pero no más que su voz, con la que dio muestra de la unidad y luminosidad de su timbre, perfección en la respiración y precisión del fraseo. No por nada la prensa especializada de Italia, Inglaterra, Austria o Alemania lo consideran como el mejor del planeta.
?Il Mio Tesoro? fue la primera aria de la noche. Después vendría Un?aura Amorosa de la ópera Così Fan Tutte (Así son Todas), también de Mozart. El color, la tersura y, simultáneamente, la expresividad de la voz del cantante justificaron las alabanzas que ha recibido. Su excelente interpretación hizo posible que el público sintiera el dolor, la tristeza o la alegría en cada una de las obras del programa, ése que incluyó a Mozart, Donizetti, Verdi, Rossini o Cardillo.
La Camerata de Coahuila fue su gran aliada. Ramón Shade hizo que los metales, percusiones y cuerdas desbordaran la emoción de la gente con las oberturas que ejecutaron; y no se diga cuando acompañaron al tenor.
?Angelo Casto e Bel? y ?Una Furtiva Lágrima? (ambas de Donizetti), le dieron fin a la primera parte del programa. Para entonces Ramón Vargas ya tenía al selecto público a sus pies, incluyendo al alcalde de la ciudad; quien en todo momento estuvo al pendiente de los movimientos del cantante.
Con el recitativo O figli, o figli miei, de la ópera Macbeth dio inicio el aria ?Ah, la Paterna Mano?; posteriormente los músicos ?sin el acompañamiento del invitado- ejecutaron la tercera obertura de la noche, en esta ocasión la ópera Luisa Miller, de Verdi.
Uno de los momentos más festejados del recital llegó con la obertura de El Barbero de Sevilla, misma que fue interpretada magistralmente por la orquesta para luego entrar el tenor con la ópera La Danza.
?Buenas noches, estoy muy contento y disfrutando esta noche... estamos al final del programa. Quiero agradecerles, el encuentro ha sido fascinante, he encontrado gente amigable. Me he reencontrado con el maestro Ramón Shade después de 20 años... ésta es una invitación para volver a esta ciudad con esta gente, para volver a hacer música juntos?; señaló de muy buen humor y dejando escapar una discreta sonrisa.
Core ?ngrato se suponía iba a ser la última ópera de la noche; pero fueron tan nutridas y prolongadas las ovaciones de las casi 700 personas, que el tenor regresó cuatro veces; tres de ellas repitió obras del programa y una ?la más aplaudida- entonó magistralmente La donna e movile, perteneciente a la ópera de Rigoletto y creada por Verdi.
Sin lugar a dudas, el concierto del pasado viernes quedará escrito con letras de oro en las páginas de los espectáculos culturales presentados en la región; ése donde el tenor mexicano Ramón Vargas conquistó con su timbre aterciopelado, su perfecta cultura vocal, y, sobre todo, su presencia escénica... lo cual lo ha llevado a revolucionar las reglas del mundo del belcanto.
NOCHE DE EMOCIONES
Tanto los hombres y mujeres que asistieron al recital de Ramón Vargas, se pusieron de pie para reconocerle su excelente trabajo como tenor.
-Día: viernes 31 de octubre.
-Lugar: Teatro Isauro Martínez.
-Hora de inicio: 8:30 de la noche.
-Finalizó: a las 22:30 horas.
-Costo de los boletos: 300 pesos en galería, mil en balcón, y mil 500 y dos mil en luneta.
-Asistentes: alrededor de 700.
Fuente: Investigación El Siglo de Torreón.
ORGULLOSAMENTE MEXICANO
Originario de la capital del país, Ramón Vargas cuenta con un historial impresionante, pues se presenta continuamente en los principales escenarios operísticos del mundo, como la Scala de Milán y el Metropolitan Opera House de Nueva York.
-Entregado al bel canto, se le ha reconocido por sus interpretaciones a Donizetti, Rossini y Mozart, aunque su repertorio abarca desde Verdi y Puccini, hasta Stravinsky.
-Debutó en el Metropolitan Opera hace diez años, cuando Pavarotti canceló su gira. Aquella tarde fue de oro para el mexicano, quien recibió una ovación de pie y, por supuesto, fue una de las emociones más intensas de su vida.
-El tenor encuentra que su más grande defecto es el de la intolerancia, "que es el exceso de crítica consigo mismo y los demás. Uno se vuelve implacable y esto puede ser peligroso a la larga".
-Realizó su formación musical en el Instituto de Arte y Liturgia Cardenal Miranda y sus estudios vocales con Antonio López y Ricardo Sánchez; en Europa continuó en el Estudio de la Ópera Estatal de Viena y con los maestros Leo Muller y Rodolfo Celletti.
-Con 27 producciones discográficas, Vargas es actualmente considerado uno de los tenores más importantes del orbe y prueba de ello es que tiene una agenda con contratos hasta el 2008.
-Su repertorio operístico cuenta con más de 50 papeles principales correspondientes a diferentes estilos (canción clásica italiana, lied alemán, melodía francesa y obras vocales de españoles y mexicanos).
FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón
