Para empezar, hay que apretarse más el cinto por el aumento del diez por ciento del IVA a los alimentos y medicinas. Por otro lado, vemos que tienen razón los empresarios al decir que en Coahuila existe el mejor portero nacional, que no deja pasar una para Torreón y todo se va para Saltillo. Industrias, museos, hoteles, entre otras cosas y para el colmo de los males, el Fidagua, organismo del gobierno que es un fideicomiso público para suministrar agua potable y eficientar el drenaje sanitario y saneamiento de las aguas residuales en la ciudad de Saltillo, Coahuila. Este organismo contempla llevarse el agua de la región lagunera, de la presa Francisco Zarco y del acuífero principal, según documentos que obran en nuestro poder, a la capital saltillense.
En el comentario presente, es saludable recordar –en defensa del medio ambiente y los recursos naturales- el asunto latente del Relleno Sanitario privado de la empresa PASA (Promotora Ambiental, Sociedad Anónima) de Monterrey, Nuevo León, el que está inadecuadamente instalado en un terreno altamente permeable, al Oriente de la ciudad de Matamoros, Coahuila y que se ha convertido en cloaca y basurero de la región. Referente al caso, se recuerda que existe un oficio dirigido a los opositores de parte del que fue secretario de la Semarnat (Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales), licenciado Víctor Lichtinger, que dice que ni la Secretaría, ni la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente (Profepa), ni el Instituto Nacional de Ecología, pueden parar la obra, pues es función del gobierno del estado de Coahuila, el que lejos de poner remedio, con su silencio permite que continúe la empresa regiomontana sepultando basura inclasificada y sin bitácora alguna.
Por otro lado, se ve la persistencia del atavismo porfiriano, con obras suntuarias (“Haz obras compadre”), que nada dicen del progreso de Torreón, porque igual se ven a las colonias sin agua para beber, ni drenaje, además de calles sin pavimentar, escuelas, urbanismo y faltas de seguridad pública. Existe todavía el atentado al medio ambiente, con el vertimiento de las aguas residuales industriales, en el lecho del río Nazas, provocando lagunetas pestilentes, que son focos insalubres, (recordar que la línea divisoria de los estados de Coahuila y Durango, va por la mitad del río). Es oportuno señalar, que las plantas tratadoras, principalmente la de Torreón, constituyen un peligro, porque adolecen del certificado de garantía de la impermeabilidad de los pisos de los ocho módulos, lo que es un alto riesgo pues contaminan los acuíferos locales, que se abaten cada día, por ser mayor la extracción de agua, que la recarga de la misma.
Es obvio que los laguneros han sido ignorados, por la ambición de llevarse los méritos a Saltillo. Así podemos recordar que desde 1976, investigadores del Instituto de Investigaciones Científicas, Históricas y Geográficas del Estado de Coahuila, Unidad Laguna, A.C., descubrieron los huesos de los dinosaurios en el Tanque San Antonio, municipio de Parras de la Fuente y ahora Saltillo, tiene un museo de paleontología y del desierto, cuando que hace años, esos vestigios de los gigantescos reptiles, fueron entregados al paleontólogo René Hernández, al señor Ferrusquía y al doctor Appelgate del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México y de esa manera, se pudo armar el primer dinosaurio del Norte de México y Coahuila, con el nombre de Criptosaurio o Hadrosaurio (Pico de Pato). Las investigaciones de esos fósiles, continuaron en ese lugar, hasta el municipio de General Cepeda (Rincón Colorado) y otros más, sin reconocimiento oficial a los investigadores laguneros. El Instituto y sus muestras fósiles, ha pasado a la Universidad Autónoma de La Laguna, a buen recaudo. Si Dios lo sabe, que no lo sepan los humanos...
Se insiste en hermanar a los coahuilenses, pero debe ser parejo el jalón con la región Suroeste, donde se ve que los reclamos de empresarios y ciudadanía organizada son justos, porque no se puede negar el incumplimiento de las promesas del gobierno de impulsar el desarrollo de Torreón, en obras públicas, programas sociales y con el reparto equitativo de recursos.
Ha habido la intención de desvirtuar las anteriores afirmaciones, con el hecho de argumentar con cifras del INEGI, las que refieren un crecimiento de un 18.9% de todo el estado de Coahuila, pero no de Torreón ni La Laguna, concretamente. No se trata de hacer estas denuncias, como algo deliberado e injusto o con algún mal propósito. Los hechos hablan por sí solos y si la fisonomía de Torreón ha cambiado, cosa que no es ficticia, se debe a la acción de hombres del desierto, de luchadores incansables, emprendedores en la gestión de inversiones y de capitales de otros lados, a pesar del parador de goles, por lo cual preguntamos ¿dónde está el propósito de unidad, del sentido de nación y el respeto al federalismo?
Por lo que se infiere, son otros los propósitos, supuestamente para el 2006 y nada más.
La sociedad organizada ha investigado la forma de evaluar el agua que queda en el subsuelo, en el acuífero principal, sin que se vislumbre algún apoyo firme del Estado y del Municipio, para proceder con los sondeos electromagnéticos (SEMS) y así con métodos de vanguardia, además de conocer la calidad del agua, reglamentar el uso del recurso, previendo ante todo, cubrir las necesidades humanas. El futuro de La Laguna depende del recurso agua y la investigación es de carácter urgente.
Con esto, se aprecia el balance, que no favorece en nada a Torreón ni a La Laguna...
