Caro. El Senado estrenará su nueva sede en el próximo período ordinario de sesiones, para que forme parte de los festejos del Bicentenario, pero les saldrá más cara de lo presupuestado, estará incompleta y deberán seguir pagando por la renta de oficinas. AGENCIA REFORMA
El Senado estrenará su nueva sede en el próximo período ordinario de sesiones, para que forme parte de los festejos del Bicentenario, pero será un mal negocio.
Y es que los legisladores seguirán pagando la renta de sus oficinas en la Torre del Caballito, la cual asciende anualmente a 63.74 millones de pesos, debido a que el nuevo edificio no estará concluido en su totalidad.
Los constructores han advertido que la obra, ubicada en la esquina de Paseo de la Reforma e Insurgentes, no tendrá listas las oficinas para que sesionen las comisiones legislativas, espacio en el que se generan los dictámenes y se discuten las reformas antes de ser llevadas al pleno.
Por lo tanto, mantendrán sus espacios en la Torre del Caballito, que es donde tienen sus oficinas personales, espacios para las comisiones y salones para reuniones.
Aunado a ello, según los cálculos de los senadores, la obra rebasará la inversión presupuestada inicialmente de mil 955 millones de pesos.
José González Morfín, responsable del Fideicomiso para la construcción de la nueva sede, explicó las razones por las que el proyecto resultará más caro de lo planeado en 2003.
Dijo que el Senado decidió adquirir predios e inmuebles adyacentes, cuyo costo aún no está contemplado en el presupuesto, que ni siquiera ha sido analizado por la Junta de Coordinación Política del Senado.
"Tenemos un problema financiero, porque esto nunca estuvo calculado en el costo original que era de mil 700 millones de pesos más impuestos. Estamos hablando de un terreno de 9 mil metros cuadrados, que ahorita se está terminando de construir.
"Se adquirieron otros dos predios: la esquina, que era donde estuvo el famosísimo cabaret el 'Run Run', y un pequeño edificio donde había unos consultorios del lado de Madrid, pequeño. Aparte quedaba un predio del Gobierno del Distrito Federal, de 160 metros cuadrados, que se solicitó en donación, se aceptó y se está concluyendo el proceso", detalló.
El panista reconoció que el compromiso inicial de los constructores es concluir las oficinas personales de los senadores y el salón de plenos, pero no el edificio donde trabajarán las comisiones, por lo que se seguirán rentando espacios en la Torre del Caballito.
El también vicepresidente del Senado aseguró que es probable que las actividades legislativas den inicio en el inmueble, aunque no esté terminado, ya que la torre de oficinas estará inconclusa y sólo aparecerá "vestida por fuera".
"En lo que respecta a la torre de oficinas estaría concluida digamos por fuera, pero sería imposible concluirla por dentro", reconoció.
La nueva sede del Senado, que se levanta en un terreno de más de 9 mil metros cuadrados, se compone de varios bloques de construcciones.
