El Señor hizo a Adán.
Se contempló a sí mismo el hombre, y exclamó arrobado:
- ¡Qué hermoso soy!
El Señor hizo a la cucaracha.
La vio el hombre, y dijo con disgusto:
- ¡Qué fea es!
Lo corrigió el Señor:
- Es más bella que tú. La cucaracha es perfecta. Nada le falta, ni le sobra nada. A ti también te hice perfecto. Pero tú te has llenado de imperfecciones, y con eso perdiste la hermosura original. Pasarán millones de años antes de que vuelvas a ser perfecto, como la cucaracha y como Yo.
¡Hasta mañana!..