El grupo armado Sendero Luminoso y el narcotráfico mantienen una 'alianza de conveniencia' para desarrollar sus actividades ilícitas, afirmó hoy el viceministro de Orden Interno del Ministerio del Interior, Marco Miyashiro.
Miyashiro, uno de los artífices de la captura en 1992 del líder senderista Abimael Guzmán Reinos, preso a perpetuidad en la Base Naval de El Callao, al oeste de Lima, dijo que ambos bandos se 'acondicionan' o acomodan, según sus necesidades.
"Es evidente que existe una alianza entre el narcotráfico con los remanentes terroristas. En cuanto a ideología debemos de tener presente que, doctrinariamente, ellos se acondicionan, se acomodan, de acuerdo a las necesidades", indicó a Radioprogramas de Perú.
"En estos casos -dijo- no tienen ningún reparo en incurrir en un delito que se puede considerar de lesa humanidad, siempre y cuándo ello ayude a fomentar y consolidar sus principios ideológicos".
El funcionario, quien desarrolló parte de la estrategia para desarticular a Sendero Luminoso, recordó que hace 30 años el grupo armado se alzó contra el Estado peruano al sabotear las elecciones en el poblado de Chuschi.
"A partir del año 1992 se inició una campaña de pacificación, que ahora nos ha focalizado en dos grandes áreas, que son el Huallaga y el Vrae (Valle de los ríos Apurímac y Ene)", indicó Miyashiro, el segundo encargado de la seguridad del país.
Unos dos mil rebeldes acusados del delito de terrorismo, apología, atentados, entre otros cargos, están presos en la actualidad en Perú, la mayor parte de ellos es militante confeso de Sendero Luminoso y del desarticulado Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
Los principales líderes de las dos organizaciones insurrectas permanecen presos, custodiados dentro de la Base Naval del puerto de El Callao por miembros de la Marina de Guerra, mientras que en los exteriores fueron sembradas minas para evitar que sean rescatados.
