Los maestros en México no están obligados a actualizarse ni a certificar su desempeño como docentes frente a grupo, lo que afecta la calidad de la enseñanza que imparten, señaló la especialista Alba Martínez Olivé.
La fundadora del Programa Nacional de Actualización Permanente de Maestros de la Secretaría de Educación Pública (SEP) remarcó que la evaluación de los docentes debe considerar la práctica en el salón de clases.
"No hay ninguna obligatoriedad ni de formarte ni de certificarte. Lo más cercano a una certificación serían los Exámenes Nacionales para Maestros en Servicio, pero a final de cuentas lo que están midiendo es lo que aprendiste en la actualización", comentó en entrevista.
"No están midiendo práctica docente, no están pidiendo que tú hayas aplicado algo en el salón de clases, ni que lleves los cuadernos de los alumnos para ver cómo estás haciendo las cosas en el salón".
Si los maestros tuvieran que demostrar su competencia periódicamente, sostuvo, no se estancarían en la práctica de solicitar a sus alumnos el llenado de planas y la copia de textos.
"Se puede apostar por formas más fructíferas de aprender en el aula", apuntó.
Martínez Olivé subrayó que la actualización de los docentes no puede sustentarse sólo en cursos y requiere un espacio de trabajo colectivo, así como la descarga de horas en la escuela.
"Hoy el peso está puesto en los cursos fuera de la escuela, antes a cargo de la SEP y los equipos técnicos estatales y ahora a cargo de universidades y sus equipos", apuntó.
"Ese modelo ya demostró que no funciona".