Phoenix (EU), (EFE).- Edwin Rowlette, un vecino de la localidad de Prescott (Arizona), guardó durante seis años el cadáver de su esposa en un viejo congelador en el jardín trasero de su casa con la esperanza de poder resucitarla, según dijo a la policía.
El cadáver de la mujer había sido envuelto en un plástico lleno de hielo seco (dióxido de carbono congelado) y almacenado en el congelador junto a los cuerpos de 10 gatos muertos que, según dijo Rowlette, utilizaba para realizar distintas investigaciones.
La policía registró la casa de Rowlette, de 75 años de edad, alertada por una de sus hijas y encontró en su interior decenas de gatos.
La casa presentaba señales de no haber sido limpiada durante años, así como grandes cantidades de basura en el jardín donde estaba el congelador.
El detenido alegó que guardaba el cuerpo de su esposa con la esperanza de que algún día la ciencia permitiera resucitarla y curarla de la dolencia que le causó la muerte en 1997.
Marcia Rowlette murió cuando tenia 38 años de edad por un fallo respiratorio derivado de sus problemas de salud - artritis reumatoide y problemas musculares y óseos- que le tenían postrada en una silla de ruedas.
Su fallecimiento se produjo en un centro hospitalario cercano a Prescott, una localidad de 33.000 habitantes al norte de Phoenix, y las autoridades investigan también cómo consiguió Prescott hacerse con el cadáver de su mujer después de su paso por la funeraria.
"Una de las cosas que investigamos es si cometió un fraude al obtener el cuerpo de su esposa", dijo al diario "Las Vegas Sun" el jefe de policía de Prescott, el sargento Michael Kabbel.
Rowlette manifestó, en este sentido, que entregó el cuerpo de la mujer a una fundación investigadora que él había fundado en 1985, llamada McCandless, presuntamente dedicada a fines humanitarios.
Jerry Lemler, presidente de la Fundación para la Extensión de la Vida Alcor (una de las empresas de criogenización más conocidas de EEUU), afirmó en declaraciones al periódico no conocer esta institución y puso en duda la eficacia del sistema empleado por Rowlette para preservar a largo plazo el cuerpo de su mujer.
La criogenización se hace generalmente con nitrógeno líquido, porque es mucho más frío que el hielo seco, según dijo Lemler, quien agregó que "en Alcor compartimos el sueño que tenía (Rowlette)".
"Pero no creemos que su método para conseguirlo sea muy científico", añadió.
