La Arquidiócesis de Puebla expresó su total solidaridad al arzobispo primado de México, Norberto Rivera, quien llamó a que los estados de la República no repitan el 'perverso ejemplo' de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo otorgándoles la posibilidad de adoptar.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, en un mensaje enviado a la Arquidiócesis de México, se solidarizó con el llamado contra la determinación de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal de otorgar el estatus de matrimonio a las uniones homosexuales.
Asimismo instó a hacer lo necesario para defender constitucionalmente a la familia, invitando a los fieles laicos a evitar, por cauces legales, atropellos contra la sociedad misma y sus valores más preciados.
Según Sánchez Espinosa, la mayoría en la nación se conmovió por la decisión de la Asamblea Legislativa, que "lejos de favorecer el auténtico desarrollo de las personas y de la sociedad lo pone en riesgo'.
La Iglesia enseña que las personas con tendencias homosexuales deben ser tratadas con respeto, expuso Sánchez Espinosa.
Sin embargo, dijo, el verdadero respeto a esas personas y a la sociedad entera exige que toda ley positiva sea conforme a la naturaleza de la persona humana y promueva su desarrollo integral, tanto en el plano individual como social.
El prelado afirmó que razones biológicas, sociales y jurídicas "nos permiten descubrir que sólo podemos dar el estatuto de matrimonio a la unión entre un hombre y una mujer, de donde nacen y se desarrollan adecuadamente los niños', garantizando la conservación de la especie.
Por ello, opinó, la unión entre personas del mismo sexo no ofrece ese aporte fundamental a la sociedad, y si quienes han decidido establecer una convivencia desean tutelar situaciones jurídicas de interés recíproco "pueden recurrir al derecho común, sin que sean creadas arbitrariamente leyes nuevas, que además son injustas".
En este caso, el conceder el derecho de adoptar niños a parejas del mismo sexo construye una flagrante violación a los derechos de los niños, reconocidos por la Convención Internacional de la Organización de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.