KASABIAN / WEST RYDER PAUPER LUNATIC ASYLUM
Kasabian es una de esas bandas inglesas pilar de la cultura Indie Rock y quienes en este 2009 dan el salto fuera de este círculo y se adentran en la mieles de la cultura popular que ofrece el Rock and Roll.
Con un tercer álbum que maneja el singular título de West Ryder Pauper Lunatic Asylum, y aunque no creo que éste haya sido el nombre real de un manicomio como lo mencionan periodistas del círculo rockero, el concepto del álbum parece nacer realmente de una institución mental donde los estados alterados son la guía en un ambiente de fiesta e introspecciones donde los saltos de humor son repentinos y profundos.
Underdog abre el material y desde el comienzo nos invitan a la celebración de beats donde la electrónica, psicodelia y rock marcan la pauta de un álbum que te va a deshacer en más de un sentido.
Después escuchamos una sabia reflexión sobre el amor en los violentos tiempos modernos en Where did all the love go, melodía que tiene uno de los mejores coros que he escuchado en mucho tiempo. La canción Fast Fuse no da descanso al escucha con un intro bastante ácido que se alegra con un sonido tipo rockabilly el cual sirve como capa musical a una reflexión acerca de cuando sentimos que vamos viviendo la vida muy rápido.
Take I'm es un himno a la perfecta fusión musical con su rasgueo de guitarra, la voz que salta de insípida a alucinante, el beat de la batería y la guía de la trompeta, provocando que el escuchar inevitablemente celebre estar vivo.
Pero en West Ryder Pauper Lunatic Asylum no todo es acelerado, pero sí alucinante, como lo marca Thick as thieves, que en un beat entrecortado con un coro atinado es en sí una pieza que escarba a la depresión en un sonido country surrealista.
West Ryder Silver Bullet sigue esta tendencia vaquera con un mood que te recuerda a Johnny Cash, con el anexo de un coro que te deja frío y en donde la participación de la actriz Rosario Dawson es más que atinada.
También tenemos la memorable pieza Vlad the Impaler, que bajo los sonidos electrónicos y de rock es una canción hecha para saltar o vibrar.
La penúltima pieza es Fire, la cual no es fácil de digerir por su mezcla electro-ácida country, pero que sin embargo, en Inglaterra funcionó como sencillo.
El final del álbum lo marca Happiness, balada agradable y esperanzadora que cuenta con la intervención de un coro gospel en los momentos adecuados, y cuya letra trata de un enamorado quien consuela a su deprimida novia en un invitación a valorar lo bueno que tiene en su vida.
West Ryder Pauper Lunatic Asylum lo definiría en dos adjetivos que ya he mencionado: intenso y alucinante, no por nada Q Magazine, la revista de rock más popular del Reino Unido, lo nombró como álbum del año, y aunque este nombramiento, como todos los reconocimientos, es subjetivo, definitivamente sí es de lo más disfrutable para los ansiosos oídos de un melómano en los últimos meses.
