Los transportistas de la CTM aceptarán sanciones e incluso decomiso de vehículos que no hayan sido replaqueados ni refrendado sus respectivos permisos, siempre y cuando las medidas sean parejas y, sobre todo, se actúe en el caso de Gómez Palacio, donde hay unidades que prestan el servicio sin haber actualizado las autorizaciones desde hace seis años, por lo cual operan en la clandestinidad con la complacencia de las dependencias reguladoras.
Javier Covarrubias Vázquez, secretario general del Comité Ejecutivo del Sindicato de Choferes y Permisionarios de la CTM, calculó que en la ciudad de Durango alrededor de 70 unidades que prestan el servicio de transporte en diferentes modalidades no han refrendado sus respectivos permisos ni placas, pero que es en municipios del interior del estado donde se ubica el mayor número de morosos al calcular más de 600 en tal situación.
Y al argumentar que en la mayoría de los casos es por falta de recursos económicos el retraso en los trámites, señaló que están de acuerdo en que al incumplirse con los plazos legales se pueden hacer acreedores a las sanciones y multas que establece la normatividad. Pero aclaró que la ley debe aplicarse por parejo, y medirse con el mismo rasero.
Por lo que advirtió que mientras las autoridades no hagan nada por ordenar la anarquía que priva en el servicio de transporte público en Gómez Palacio, los cetemistas no permitirán que se afecte a compañeros que no han refrendado con medidas coercitivas que agraven el ya de por sí deterioro económico que sufren.
Afirmó que en el caso de los vehículos que operan en municipios del interior del estado, y que no han realizado los trámites de refrendo y replaqueo, también se debe a los gastos que les implica traerlos a la ciudad de Durango, ya que en ocasiones pierden más de un día, con los consiguientes gastos de viáticos y hasta hospedaje.
Solicitó comprensión de las autoridades para implementar acciones tendientes a que se allanen los trámites para los permisionarios que por dificultades económicas no han realizado el refrendo ni plaqueo, con la aclaración de que hay la disposición para cumplir, pero que la falta de dinero lo ha impedido.
