Empezaba el partido en el Azteca y pronto Estados Unidos estaba ya adelante. Landon Donovan miró los espacios abiertos al frente y sin pensarlo cruzó su pase a Charlie Davies a quien no le fue difícil adelantarse y burlar la marca para anotar el primero. Afortunadamente los mexicanos reaccionaron y se organizaron mejor en toda la cancha.
Así vendría una de las genialidades de Cuauhtémoc Blanco cediendo a Israel Castro quien sin pensarlo, y desde lejos, mandó con fuerza el cañonazo que pegó en el travesaño y se fue muy adentro de la cabaña gringa para el empate. México fue creciendo y dominando las acciones, solamente que seguía sin poder concretar.
Ya al finalizar la primera parte, los visitantes lucían cansados y no tenían el mismo fuelle del principio. Esto sirvió para que Javier Aguirre hiciera ajustes y organizara mejor la zona defensiva, mientras seguía dependiendo de la movilidad de Torrado y Giovani para tener balones por todas partes, en busca del siguiente gol.
Guillermo Franco desaprovechaba oportunidades y todo lo señalaba como el candidato número uno para ser cambiado, pero Javier Aguirre no reaccionaba, ante la desesperación de millones de mexicanos, hasta que ya para terminar decidió sacar al nacido en Argentina para darle oportunidad a Miguel Sabah.
Y fue éste el que anotaría el del triunfo, aprovechando la gran descolgada de Efraín Juárez quien burló rivales y mandó a donde estaba el de Cancún para que fusilara y definiera el encuentro. Los minutos se alargaban, los dedos se cruzaban por todo el territorio, hasta que el silbante, faltando unos segundos para cumplir el tiempo añadido marcó el final.
México tendrá que seguir luchando, pues arriba siguen Costa Rica y los Estados Unidos, y será el 5 de septiembre cuando vaya a la casa de los ticos y luego tendrá que recibir, el día 9 del mismo mes a los hondureños. Compromisos ambos difíciles pero salvado el gran escollo que representaba Estados Unidos, México podría seguir mejorando.
