Similitud. Para el director Woody Allen realizar una película es como tener una relación sexual, en la que a veces acaba decepcionado.
ALEMANIA. Hace poco estrenó su película Whatever Works. Y a pesar de ello, Woody Allen parece no tener mucho para festejar.
En una entrevista con la prensa alemana el director de cine volvió a mostrar su eterno pesimismo.
La vida "es dura, malvada y demasiado corta", dijo y aseguró que cada vez que filma una película termina decepcionado, como al hacer el amor.
"Rodar películas es como hacer el amor: uno se mete en el asunto esperanzado y generalmente acaba decepcionado", dijo el veterano realizador a quien todavía lo obsesiona la idea de hacer el mejor filme de todos los tiempos. La frase se la dijo a la revista alemana TV Movie que se verá en su próxima edición.
El autor de Bananas, Radio Days, Annie Hall o Vicky Cristina Barcelona no ocultó en la entrevista su eterno pesimismo: la vida "es dura, cruel y demasiado corta". Sin embargo, no se quejó de su propia vida porque tiene -según dijo- "la suerte de vivir en mi ciudad favorita, Nueva York, y de haberme enamorado de muchas hermosas mujeres".
A pesar de sus fracasos sentimentales Woody Allen rescató que nunca lo han decepcionado sus distintas musas cinematográficas, desde Diane Keaton a Scarlett Johansson, pasando por Mia Farrow.
¿La clave? No elegir "actrices que se encuentran muy seguras de sí mismas. Ante ese tipo de gente hay que tener siempre mucho cuidado", advirtió.
En cuanto a las ideas para sus películas, a sus 73 años, Woody Allen, reveló que las saca siempre de un cajón: "No es broma. En mi mesa de luz hay un cajón en el que meto todas las ideas que se me ocurren, desde hace treinta años".