Nosotros Desayunos Eventos Salud

NUESTRA SALUD MENTAL EL ROL DE MÉDICOS Y MAESTROS EN LA SALUD MENTAL

DR. VÍCTOR ALBORES GARCÍA

Asociación de Psiquiatría y Salud Mental

De La Laguna A.C. (PSILAC)

CAPÍTULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA

(DÉCIMA NOVENA PARTE)

Por lo comentado la semana pasada sobre los conflictos que enfrentan muchos de estos jóvenes al elegir una carrera universitaria, nos podemos dar cuenta que en la mayoría de las ocasiones, ellos se encuentran inmersos en una encrucijada, en la que no sólo se sienten desorientados y perdidos, sino también empujados por diferentes fuerzas y en diferentes direcciones, lo cual naturalmente llega a un punto en el que se sienten muy desgastados y abrumados al grado de no saber qué hacer. Por un lado, pueden tener ciertas ideas vagas, sueños e ilusiones de lo que les gustaría hacer con su futuro, con cierta noción de sus necesidades y capacidades. Pero por otra parte, también se ven presionados por las expectativas o exigencias de sus padres y sus familias, que los jalonean en otro sentido, de acuerdo a las tradiciones, creencias, imposiciones, deseos o inclusive necesidades económicas familiares. A su vez, pueden sentirse influidos en un grado importante por la elección de carrera que hayan tomado sus amigos, sus antiguos compañeros de escuela o inclusive sus parejas sentimentales, con quienes se identifican y llegan a utilizar como modelos, o con quienes compiten y rivalizan para ser mejores. Asimismo, las opiniones o comentarios negativos de sus maestros sobre su desempeño o las capacidades que manifiestan en las aulas llegan a tener un impacto importante en ellos, al grado de hacerlos verificar la decisión tomada. Lo mismo puede suceder con lo relativo a los juicios o las críticas emitidas por adultos que han sido ubicadas como figuras importantes en la vida de cada sujeto.

Sumergido en el centro de tal encrucijada y ante semejante avalancha de opiniones y comentarios, no es nada raro que el estudiante se pueda sentir aún más desorientado, confuso y hasta perdido e inclusive, totalmente inseguro de sus ideas y decisiones hasta ese momento. Es entonces precisamente, cuando este joven va a requerir de la ayuda de un psicólogo capacitado en orientación vocacional, que lo escuche primeramente, que le ayude a expresar y aclarar sus ideas para tratar de salir de esa maraña de presiones a las que se encuentra sujeto, y que además lo asesore para guiarlo en revalorar sus decisiones, definir las opciones disponibles y finalmente tomar nuevas decisiones, pero con una mente más clara y despejada a como se encontraba anteriormente.

Creo que todos podríamos estar de acuerdo que este tipo de estudiantes definitivamente requieren de una mayor atención y selección en el momento de llegar a inscribirse a las universidades, en que se les pueda ayudar, asesorar y orientar, para definir si lo que han escogido tiene ciertas bases lógicas de realidad, o por el contrario, no es lo que verdaderamente vaya de acuerdo a su perfil, a su historia personal y familiar, a sus necesidades, habilidades, capacidades, intereses y expectativas, o inclusive al mercado de trabajo que existe en nuestra región. Se trata este último, de un factor comúnmente olvidado y descuidado por las decenas de universidades que emergen anualmente en nuestra región, repitiendo una y otra vez el mismo tipo de carreras, sin que al parecer se hayan tomado la molestia de investigar más a fondo las realidades de ese mercado de trabajo, lo que a la larga produce mayor confusión entre los estudiantes y se convierte hasta cierto punto, en una especie de engaño para aquéllos que se inscriben, así como para sus familias. Nuevamente entonces, nos damos cuenta que la orientación vocacional, no es solamente una materia de lujo para las escuelas preparatorias, sino que en el fondo, si quisiéramos ser prácticos y honestos al respecto, nos daríamos cuenta que debería tratarse de un curso o una materia que se llevará desde los más tempranos inicios de la educación de cada individuo, ya sea desde el jardín de niños y la primaria si fuera posible, para prolongarse a lo largo de muchos años, incluyendo naturalmente la etapa universitaria en sus diferentes divisiones. Nuevamente, es ahí donde se manifiesta esa necesidad de la formación de un equipo de psicólogos que dentro mismo de la universidad, se conviertan en un equipo profesional congruente de trabajo que sirva para seleccionar, atender y orientar a esa multitud de estudiantes en ocasiones silenciosos e invisibles que se encuentran prisioneros de sus dudas y de su indecisión, pero que en un gran porcentaje ni siquiera lo llegan a expresar y se mantienen así, sin recibir los beneficios de una auténtica orientación vocacional (Continuará).

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 417616

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx