Cuentos que No Son Cuento se estrena hoy en todo México. (Agencia Reforma)
Adam Sandler interpreta en la nueva cinta de Disney a un tío que gusta de contar historias a sus sobrinos
Imagina que las historias mágicas que le cuentas a tus sobrinos antes de dormir se vuelven una realidad.
Esa es la premisa de la nueva comedia de los Estudios Disney, Cuentos que No Son Cuento, protagonizada por el comediante Adam Sandler.
La cinta, que se estrena hoy en todo México, cuenta la historia de un frustrado empleado de hotel que debe cuidar a sus sobrinos en la noche cuando su hermana está de viaje.
Al contarles cuentos a la hora de dormir, los niños aportan los detalles adicionales, y estos se vuelven realidad al día siguiente. En este proyecto, el primero del comediante con los Estudios Disney, Sandler se hizo acompañar de sus amigos que suele acomodar en el resto de sus filmes.
“Rob Schneider siempre había querido hacer una película para niños y el resto de mis amigos ya tienen hijos. Seriamente queríamos una película que pudiéramos poner en casa y sentirnos cómodos con nuestros pequeños. Cualquier persona que tuviera hijos era bienvenida para estar en la película”, explica Sandler.
La cinta, que cuenta con la participación de Keri Russell y Courteney Cox en su reparto, fue dirigida por Adam Shankman, realizador de la versión musical de Hairspray, Suéltate el Pelo.
“Me pareció el guión muy dulce, y sabía que Shankman le iba a dar un gran toque visual, tiene gran estilo, es un gran hombre”, agrega el comediante de Click: Perdiendo el Control.
Para el realizador, que ya tenía experiencia con filmes de Disney gracias a Niñera a Prueba de Balas, era importante darle un mensaje a chicos y grandes, y que la cinta sirviera para promover la unión familiar, para que los papás pasen más tiempo de calidad con sus hijos.
“La magia puede suceder cuando la familia se une, ya que eso es lo que dispara todo. Y la importancia de la imaginación ya que estamos viviendo un tiempo difícil y va a tomar mucha imaginación llevarnos adelante, globalmente, esta noción que pasar tiempo juntos, ser creativos y usar la imaginación, que no existen límites y que sí existen los finales felices, ya que la esperanza es un final feliz”, asegura el cineasta. En la cinta, Sandler es el protagonista de los cuentos de los chicos, y esto le lleva a interpretar a un gladiador, a un vaquero, a un héroe medieval y a otro que lucha por la galaxia. Para el comediante, es difícil elegir cuál fue el escenario que más le gustó.
“Me veo muy bien de vaquero, estaba fantástico en pantalones de cuero en el espacio, y me veo muy bien de gladiador. Adivinaba que me veía bien por las reacciones de Keri y de Adam (Shankman). Me decían: ‘¡Dios Mío!”, bromea entre risas.
Pero el rodaje no fue tan sencillo, ya que el actor se fracturó un tobillo jugando basquetball un domingo de receso, y tuvieron que hablarle al director para decirle que su estrella usaría una férula por dos meses.
“Por suerte lo que seguía de rodar era con él sentado contándole cuentos a los niños. Y durante toda esa semana pensamos y acomodamos lo que se podía hacer. Por ejemplo en el espacio, esas botas que estaba usando son en realidad una copia de su férula, hicimos dos”, recuerda el cineasta. Ahora con el producto terminado, Shankman puede reírse del incidente, y hasta jugar un juego privado cuando observa la cinta.
“Durante la proyección jugué un juego al que titulé: ‘puede caminar o no puede caminar’. Mientras veía la película decía ‘ahí no podía caminar, y ahí sí’. Pero lo mejor es que no es notorio”, cuenta orgulloso.
Al cineasta le gusta la idea de que la película no se encuentra dirigida únicamente a los pequeños.
“Me gusta pensar que hay cosas para los papás también. Cuando hicimos pruebas con audiencia los padres la calificaban muy bien, y eso me deja satisfecho, ya que era la meta: hacer una película para toda la familia”, expresa.
