Nadie puede llamarse feliz si está fuera de la verdad
“El primer paso en la búsqueda de la felicidad es aprender, aprender las emociones y conductas que nos hacen sufrir y las que nos hacen sentir dichosos,” Así lo escribió el DALAI LAMA, en su obra, “El arte de la felicidad”.
Identificar los factores que nos hacen felices y los que nos producen sufrimiento, es un paso esencial. Muchas veces, no hemos identificado cuáles sentimientos y conductas nos producen grandes satisfacciones, y cuáles, francamente, nos llenan de perturbaciones.
La verdad, entendida como la realidad, constituye la premisa fundamental. Si pretendemos identificar con precisión los sentimientos y conductas que nos causan sufrimiento, tenemos necesariamente que asumir la posición más fundamental de todas: ser valientes para enfrentarnos a la realidad, es decir, querer conocer la verdad. Desde el momento en que empezamos a autojustificar una serie de sentimientos y conductas que nos dañan, esas autojustificaciones son, simplemente, una huida de la realidad, un negarnos a conocer la verdad.
Si una determinada relación con una persona nos causa permanentemente problemas, esa relación no es natural, no es normal, por más que la queramos justificar. Puede tratarse de una mujer que es herida emocional o físicamente por su pareja, y sabe que esa relación le es muy dañina, pero empieza a autojustificarse: la realidad es que sí me quiere, pero es muy violento y no se puede contener. O una persona sabe que su indisciplina y pereza lo han llevado de fracaso en fracaso, pero se autojustifica diciendo que lo que pasa es que su trabajo no lo motiva lo suficiente.
No querer identificar los factores que nos producen ira, frustración, vergüenza, culpabilidad, es negarse a emprender caminos nuevos en su vida. Lo que nos perturba muchas veces son sentimientos y conductas que nosotros con decisión sí podemos modificar.
BUDA dijo: “La vida es difícil, pero las dificultades se pueden superar si reconocemos sus causas y salvamos los obstáculos que nos impiden vencerlas”
El psiquiatra español LUIS ROJAS MARCOS, escribió: “Resulta obvio que cuanto mejor nos conocemos más fácil nos resulta identificar correctamente los rasgos de nuestra personalidad que nos conviene cultivar y los que debemos desechar. El conocimiento de quiénes somos como seres individuales y sociales nos ayuda a acertar en nuestras relaciones amorosas, en nuestras amistades y en nuestra vocación ocupacional o profesional. También nos aporta una visión realista de nuestras posibilidades”
CRITILO nos deja estos sabios pensamientos relacionados con este tema: “Nadie puede llamarse feliz si está fuera de la verdad” (SÉNECA); “Feliz quien puede conocer las causas de las cosas” (escribió el poeta VIRGILIO); y una máxima de la Antigua Roma, dice: “Cada uno sabe dónde le aprieta el zapato” y además, CRITILO nos exhorta en la necesidad que todos tenemos de ir desterrando poco a poco, una de las causas que más nos provocan sufrimiento, y de la que somos muy poco conscientes: de nuestra enorme capacidad para autoengañarnos. Los sufrimientos que padecemos a causa de quienes nos engañan, no son nada ante los descomunales sufrimientos que nosotros mismos nos causamos al estar muy seguido autoengañándonos.
