¡SANTOS
ACEREROS, BATMAN!
No quiero eludir el tema de Santos Laguna y su eliminación, pero también me apetece escribir sobre los Acereros de Pittsburgh y su valiente triunfo sobre los hígados de Dallas. Vayamos por partes, Toluca merece todo nuestro reconocimiento, su técnico José Manuel de la Torre cumplió a cabalidad lo prometido, no especuló, tanto en el Corona como en la Bombonera fue mejor equipo que el ahora ex campeón (lo que son las cosas, esta Navidad tendremos que consolar a nuestros ex campeones Christian Mijares y los Guerreros del Santos Laguna), no nos queda la menor duda después de esta serie de quien merecía estar en la final, lo que llama la atención es el ataque de súbita locura que aquejó a Daniel en la vuelta en la capital choricera, cambios que ni él mismo entendió con su cara de “¡qué demonios hice!”. Estamos de acuerdo, y creo que también la inmensa mayoría de los que vimos el juego, que después del dos a uno a favor de los Diablos, las posibilidades de remontada eran prácticamente de un millón a uno. Lo que incomoda es la forma de renunciar a seguir peleando, lo de “da lo mismo dos que cuatro” obviamente no forma parte de la filosofía de Daniel.
Pocas veces habíamos visto un manejo de marcador más eficiente del que hizo Daniel, le puso pausa al partido, enfrió el espectáculo, provocó que el Toluca dejara de acosarlo, nada más un detalle, había que hacer primero dos goles y después proceder a adormecer al rival, Chepo de la Torre aceptó de mil amores la propuesta de Daniel, ¿se acabó el partido? ¿Al minuto 44 del primer tiempo? ¡Adelante!, dijo Chepo, propuesta aceptada, tú te vas a tu casa y yo a la final.
Criticar los cambios tan absurdos de Daniel es fácil, a Guzmán como a cualquier otro técnico les da por resbalarse lamentablemente, pero de eso a pedir el cese del estratega santista es totalmente irracional, imagínate el papelón que haría cualquier directiva del mundo en despedir a un técnico que en sus últimos cuatro torneos ha calificado en todos, ha logrado llegar a dos semifinales, un superliderato y conquistado un campeonato. Daniel se ha ganado el derecho de no sólo dirigir el próximo torneo, sino de inaugurar junto con sus muchachos el Territorio Santos Modelo en el Apertura 2009.
Entendamos una cosa, los señalamientos donde se pasa del análisis crítico a ya de plano la saña y al encono, no pasan por un estudio frío de lo sucedido únicamente en la cancha, sino que ya es algo que parece personal, un odio desmedido que quizás el propio Daniel algún día nos explique (si es que él tiene alguna versión al respecto) o tal vez sus fieros detractores algún día confiesen el porqué pasar del límite de una crítica normal a un simple entrenador de futbol, a una actitud donde la pasión ciega el razonamiento hasta convertirlo en una cruzada personal, quizá se sepa la razón fundamental para entender estos procederes.
Con su victoria del pasado domingo en la helada Pittsburgh, los Acereros del alma mía prácticamente amarraron un lugar en la postemporada, pero todavía falta un durísimo escollo para asegurar la división y estos son los Cuervos de Baltimore.
El próximo domingo al mediodía en el M&T Bank, casa de los pájaros preferidos de Edgar Allan Poe, los Steelers con un triunfo asegurarían el título divisional y descansarían la primera semana de play offs que buena falta les hace después de terminar esta temporada donde un sádico (seguramente vaquero) preparó un calendario demencial para los de oro y negro. Las defensivas uno y dos de la NFL frente a frente, un odio más que comprobado, en su duelo de la semana cuatro los Acereros vencieron a los Cuervos 23-20 y terminaron todos los participantes como si se hubieran enfrentado al doctor Bruce Banner francamente enojado.
Juegazo que seguiremos con religiosa atención para seguir ilusionándonos en que los de Mike Tomlin lleguen a la cita del uno de febrero en el Estadio Raymond James de Tampa, Florida, para iniciar el “enjoyamiento” de la mano derecha.
