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Las calles son pantanos en el ejido Santo Tomás / MATAMOROS, COAH.

MATAMOROS, COAH.- Pantanos de lodo son las calles de Santo Tomás. Sus habitantes deambulan sobre el amasijo. Los estragos que han dejado las recientes lluvias, se suman a los problemas cotidianos de sus habitantes y es en estos momentos cuando claman a las autoridades correspondientes la introducción del drenaje.

Al costado izquierdo de la carretera periférica, se localiza esta comunidad que en este tiempo muestra un color a barro. Es el ejido que está más próximo a la Cabecera Municipal... y es el más olvidado por las autoridades municipales.

Aquí no se puede caminar, aquí no se puede transitar por sus calles. Los que se atreven son solamente los pequeñines, quienes ignorantes del riesgo que corren al introducirse a las lagunas de aguas estancadas y malolientes, juguetean dentro de ellas... sonrientes.

Como embelesada viéndolos travesear, estaba Manuela Vargas Robles, una mujer a quien sus 80 años no se le notan, “es porque a los problemas me los como con risas... alegre, para qué preocuparme por aquello que no tiene remedio y mucho menos, por algo que sí lo tiene”, dice al tiempo que aflora en su rostro una amplia sonrisa.

Manuela hace memoria y recuerda cuando tenía 12 años, “uuuff, ya llovió”, exclama sonriente y dice: “eran los tiempo de Lázaro Cárdenas del Río, cuando este ejido se estaba formando, fíjese, tantos años y vea las condiciones en las que se encuentra”, y con su mano señala las calles que a su vista se encuentran anegadas y enlodadas.

“Es por la falta de drenaje”, asegura y añade que solamente un pequeño tramo del ejido cuenta con ese desagüe. Y se localiza precisamente en la calle que sus habitantes conocen como “La Principal”, pues es la que sale al Periférico.

El drenaje inicia en la escuela primaria, Francisco I. Madero y da vuelta hasta el kinder federal, Amado Nervo, donde según los vecinos, hasta ahí termina. Solamente esta pequeña área está pavimentada y acordonada. El resto, es solamente tierra que por las lluvias, se ha convertido en agua de lodo.

Para Manuela, -quien es popular en el ejido por sus trabajos de bordados y canastas tejidas con hilaza- la situación de su comunidad es grave, “cuando llueve a cántaros, como esta última vez, no podemos ni salir, hay quienes se han atrevido y se han dado soberanos porrazos y no se trata de poner nuestras vidas en juego, no”, afirma.

Más de 60 años tiene viviendo en Santo Tomás. Él es Juan Lozano Ortega, quien en su momento explica que su vida entera la ha desarrollado en esta comunidad, “aquí nací y me hice viejo y nunca vi y quizá nunca veré crecer esto”, añade al tiempo que con sus ojos cansados recorre el lugar.

Juan comenta que lo preocupante son los fétidos olores que evaporizan de la tierra, “es que las aguas negras ya emanan de las fosas y cuando el calor está en su mero apogeo, los olores son insoportables...”, hace una pausa y al tiempo, sus ojos se clavan en unos niños que juegan dentro de unas aguas estancadas, “qué saben ellos”, añade con cierto tono lastimero.

Dice también que ya no pueden seguir así, “no debemos estar así, con letrinas en estos tiempos, no, ya no”, dice con cierta desesperación.

Intentando brincar los charcos y el lodo, se encontraba María del Refugio Ayala, quien dice que las autoridades municipales no hacen nada. Esta lugareña manifiesta su inconformidad por el abandono de las autoridades municipales, “es que da coraje, solamente aquí los ve uno papaloteando en tiempos de elecciones... a ver, cómo no viene ahora, para que se llenen hasta el cuello como nosotros de este m... lodo que ya nos tiene hartos...”.

Proyecto

Alejandro Ayup del Bosque, gerente técnico des Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Simapa), informó que existe un proyecto de obras prioritarias, que se llama Drenaje Periférico, que consiste en un colector que dará vuelta por todo el Periférico y que vendrá a beneficiar a todos los poblados que se establecen en el costado izquierdo de esta vía.

Es una obra que al parecer está proyectada para este año, “su construcción se estima en un costo de alrededor de 5 millones y medio de pesos”.

De llevarse a cabo este proyecto, consiste en instalar una tubería desde los ejidos beneficiados hasta el cárcamo, que se localiza a un lado del rastro municipal, “es establecer la infraestructura para que luego los habitantes de esos lugares particularmente gestionen la introducción del drenaje”.

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