Ya entrados en gastos durante la plática con Sven Goran Eriksson, técnico de la Selección Mexicana, le dijimos que tuviera cuidado con las mexicanas, porque agarran y no sueltan. Arrisca la nariz, cierra los ojos y ríe con ganas, mientras levanta el pulgar de la mano derecha.
Y es que desde antes de que el sueco viniera a México sabíamos de su fama de galán. Además, don Antonio de Juambelz, en sus clases de periodismo que nos dio, decía: “Antes de ir a entrevistar a alguien investígalo para que se te faciliten más las cosas”.
Ahí vimos que a Eriksson lo teníamos ya en nuestros terrenos y se facilitó más la charla. Pero en eso apareció con su cámara Rodolfo Pérez, quien nos fotografió con el técnico y quiso hablar sobre nuestra persona, con una seña le pedimos no lo hiciera y se retiró riendo.
Entonces hablamos de Hugo Sánchez y le comentamos a Sven que precisamente en esa cancha del Corona que estaba viendo se retiró como jugador el famoso pentapichichi un cuatro de mayo de 1997, cuando Santos, que dirigía Alfredo Tena, le ganó 3-2 al Celaya, donde jugaba Hugo.
Luego le preguntamos sobre Ricardo Antonio La Volpe y Sven nos la reviró preguntándonos nuestra opinión de él, y le dijimos que lo habíamos tratado poco y que se decían muchas cosas sobre su trato con los jugadores, pero no quisimos ahondar, lo que entendió.
¿Cómo te trató Eriksson?, nos preguntan. Muy bien, contestamos quizá pensando que estaba ante un curioso más. ¿Cómo es?, nos inquieren otros, y lo recordamos acariciando a un niño, quizá hijo de un trabajador del Territorio Santos Modelo y lo consideramos buena persona.
