Fieles a la costumbre mexicana de tapar el pozo después de ahogado el niño, los jefazos de la Comisión Nacional del Agua descendieron sobre La Laguna para señalar con flamígero dedo a los responsables de que el río Nazas se haya salido de control en Madero y San Pedro dejando miles de damnificados. Como si se necesitara muestras de conflictos o falta de coordinación, nuestros subagentes reportan que funcionarios de Conagua venidos de la capirucha del esmog y funcionarios radicados aquí se agarraron a gritos sobre cómo se habían manejado las decisiones para soltar las presas y determinar los niveles de gasto adecuados a las circunstancias climáticas. Los de allá reclamaban que no se les informó, los de aquí que allá no los pelaban. O sea que las broncas entre niveles de Gobierno ya no son suficientes y ahora también las hay dentro de un mismo nivel. Luego se apareció el mandamás de la Conagua, José Luis Luege, a tratar de poner las cosas en orden y salió con que iban a castigar a los responsables de haber manoseado el cauce durante años, volviendo al río impredecible y empeorando las cosas cuando propietarios prefirieron salvar sus ranchos aun a costa de poner en riesgo comunidades en la ribera. Obviamente don José Luis tiene que tomar en cuenta que la Conagua es uno de los que deben recibir castigo, por hacerse de la “vista gorda” con la construcción de bordos y la alteración del cauce desde 1991, cuando la última avenida; pero como son las cosas en este país se ve difícil que Conagua se vaya a “autocastigar”. La visita de don José Luis fue “relámpago” y desde el aire, pues nomás se paseó en helicóptero por las presas y el cauce del río y se regresó a México, lo cual dejó ver cuánto interés tiene en el tema este funcionario cuyo principal mérito cuando Vicente Fox lo metió en cuestiones ambientales fue haber sido presidente del PAN en el Distrito Federal. De ahí saltó, en el sexenio pasado, a la Procuraduría de Protección al Ambiente y luego a la secretaría de Medio Ambiente, de donde Felipe Calderón lo mandó a Conagua. En esa posición clave para la ecología y la agricultura del país, don José Luis se distinguió por pronosticar que 2008 sería uno de los más secos en la historia reciente del país. Apenas terminó de decir eso y empezó a llover de tal forma que en lo que va de 2008 ha caído veinticinco por ciento más lluvia que el promedio de años anteriores. Con esos “todólogos” sabios e irresponsables en puestos tan importantes, Dios nos agarre confesados.
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Finalmente ocurrió la depuración en la Policía de Torreón de la que se venía hablando durante meses y que se logró sólo cuando el Municipio se metió en una bronca con la Policía Federal que le llevó al arresto de 49 elementos. Cuando el alcalde José Ángel Pérez y el nuevo comandante de la federal en La Laguna hicieron las paces empezó la “purga” en la corporación con la salida de 21 comandantes. Lo curioso es que uno de los policías cesados fue el director de Seguridad Pública, Fernando Sáinz, quien llegó como relevo de Alfredo Castellanos luego del enfrentamiento entre federales y municipales por la detención de dos agentes. Eso levanta serias dudas sobre por qué don José Ángel había escogido como jefe interino de la Policía a un comandante que resultó “no recomendable” en las evaluaciones practicadas por la Secretaría de Seguridad Pública federal. Por lo pronto, el sueño de “la mejor Policía del Norte del país” queda en veremos, pues a estas alturas don José Ángel y sus huestes sólo pueden rezar para que los ciudadanos vuelvan a confiar en la Policía, ya que para que ello suceda se necesitará un verdadero milagro.
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Las campañas por el Congreso local que están en su apogeo se han visto bastante desangeladas, aunque por debajo del agua los aspirinos del PRI y del PAN trabajan furiosamente para armar una estructura que les permita acarrear el mayor número de votantes el 19 de octubre. Quizá por lo mismo, dos candidatos del PAN, Javier Pérez Valenzuela en el distrito 8 y Manuel Villegas en el distrito 11, se resisten a ser entrevistados por nuestros subagentes para saber qué ideas traen para cuando empezaran a cobrar en la nómina legislativa que es su sueño dorado. Curiosamente, ambos candidatos son los ex regidores captados en fotos de una alegre “teibol-fiesta”. Don Javier dice que anda muy ocupado y no ha tenido tiempo, mientras que don Manuel mandó decir que no daría entrevistas porque lo han tratado muy mal. O sea que ambos candidatos quisieran irse directamente al Congreso sin tocar baranda y de la manera más cómoda posible, pues al parecer suponen, porque pensar no pueden, que eso de andar dando explicaciones es mucha lata y máxime si no se tienen ideas.
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El que anda muy contento es el diputado federal panista Carlos Bracho porque acaba de agarrar un asiento en la Comisión de Desarrollo Metropolitano, que es la encargada de proponer los presupuestos para las zonas metropolitanas, donde La Laguna se estrenó este año. Como se sabe, don Carlos fue uno de los principales impulsores de este tema el año pasado y ahora será bueno que haga una mancuerna con el priista Javier Guerrero, quien es uno de los principales operadores del tricolor en cuestiones del presupuesto federal. Los diputados laguneros le tiraron alto este año para conseguir 500 millones de pesillos destinados a la Zona Metropolitana, el doble de lo asignado el año pasado, a proyectos de agua, infraestructura y seguridad. Por cierto, nuestros subagentes, disfrazados de diputados, comentan que los curulecos laguneros andan medio molestos con Jericó Abramo, diputado priista por la peronera capital, pues han visto que en algunos foros se ha colgado la medalla de conseguir la lana de La Laguna y con ese nombre a lo mejor se lo creen.
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Y ahora que los gobernadores se aparecen en la carpa circense, (perdón, Palacio de San Lázaro) con una mano adelante y otra atrás para pedir más dinero, tocó el turno al gober de Durango, Ismael Hernández Deras, pues a su estado le recortaron feo las participaciones federales para 2009, dejándolo con dos mil millones de pesillos menos que este año. A Coahuila le fue mejor (nomás le recortaron mil millones) y eso que, como admitió don Ismael, Durango está más fregado. Don Ismael fue a tocar la puerta de una decena de comisiones legislativas, sobre todo las de áreas donde le van a recortar, como salud, agricultura y carreteras, pero cargó con tanto séquito a la capirucha del esmog que a lo mejor hubiera cubierto el agujero presupuestal si se ahorra los viáticos de los asesores y secretarios que fueron con él a “hacerle al fakir”. En primera fila estaban los alcaldes de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo y de Durango, Jorge Herrera, a quienes probablemente el Gober les estaba enseñando cómo comportarse frente a los diputados que manejan la chequera, por si tal experiencia se llegara a ofrecer en el futuro, después de 2010. Por lo pronto ambos soltaron unas lágrimas de emoción.
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Y hablando del alcalde de Gómez Palacio, sorpresa causó la llegada de don Ricardo al informe que presentó el senador duranguense Andrés Galván la semana pasada. Sorpresa porque don Andrés es del PAN de modo que el alcalde tricolor se paró en una pasarela de figuras panistas, aún cuando es de sobra conocido que se la pasa agarrado de la greña con los regidores de ese partido. Don Ricardo fue acompañado de su asesor Jorge Torres, quien hace una década vistió la casaca blanquiazul cuando fue candidato a la alcaldía de Gómez Palacio y todavía es recordado en el panismo gomezpalatino porque cuando terminó la campaña estaban tan sobregirados que les andaban embargando el edificio de la sede municipal. Todo esto, reportan nuestros subagentes pintados de blanco y azul, y añadieron que el ex regidor panista de Gómez, Gustavo Acosta, no se aguantó y exclamó: “se acabó la vergüenza” y que ya, de plano, eso era “el PRIAN”.
