Los tres funcionarios eran parte de la Comisión Internacional de Límites de Aguas.
Los cuatro ocupantes de la avioneta de la Comisión Internacional de Límites y Aguas de Estados Unidos y México (CILA), murieron tras desplomarse la aeronave, ayer por la tarde, entre el Paso Texas y la ciudad de Presidio, en el vecino país del Norte.
El gobernador del estado, José Reyes Baeza, confirmó lo anterior ayer al decir: “se estima, de acuerdo con los primero reportes, que la nave tuvo un accidente y que cayó a tierra, muriendo sus cuatro ocupantes”.
De acuerdo con el plan de vuelo de la avioneta Cessna 421, matrícula N7560Q, en ella viajaban el comisionado mexicano de CILA, Arturo Herrera, así como su contraparte del lado norteamericano, Carlos Marín.
Los acompañaba Jake Brisbin, director general del Consejo de Gobiernos del Río Grande, y el piloto de la aeronave, cuya identidad se desconocía hasta ayer por la tarde.
Marín y Herrera se desempeñaban al frente de la agencia internacional responsable de la supervisión de la frontera entre Estados Unidos y México. Cada uno inspeccionaba y daba mantenimiento a los diques de río cerca del Río Grande.
El avión volaba hacia Presidio, Texas, desde El Paso, pero ya no aterrizó como estaba programado.
Baeza Terrazas indicó que el Gobierno estadounidense pidió permiso a la Secretaría de Relaciones Exteriores para iniciar la búsqueda de la aeronave desde el momento en que se perdió el contacto.
“Esta petición fue aceptada y las autoridades estadounidenses dieron con el aparato y con los tripulantes que habían fallecido”, lamentó el gobernador.
