Yolanda Montez “Tongolele” se abrió con el público de San Miguel de Allende, a quien le narró varias de sus experiencias, incluyendo algunas con “La Doña” María Félix. (Jam Media)
La actriz y bailarina Yolanda Montez “Tongolele” ofreció una charla con el público en el Centro Cultural Ignacio Ramírez de esta ciudad, donde reveló algunos secretos de su vida personal, sobre sus amigos en el medio artístico, así como su experiencia al conocer a María Félix.
A pesar del retraso de casi 40 minutos debido al tránsito, el público permaneció en sus lugares y esperó pacientemente para recibir con una gran ovación a la artista nacida en Washington, Estados Unidos, y radicada en México desde los 15 años.
“Tongolele” se abrió como pocas veces, y no obstante del señalamiento antes de comenzar la plática de “yo no soy conferencista, tampoco soy muy dada a hablar mucho, pero con gusto responderé a sus preguntas”.
Así, durante casi una hora, la estadounidense dio a conocer muchos secretos, como el de su enigmático mechón blanco que la ha caracterizado durante su carrera.
Sin duda, entre las revelaciones que provocaron sonrisas y exclamaciones de sorpresa, fue cuando una persona del público le preguntó si había tenido alguna relación amistosa con María Felix.
Fue uno de esos momentos en que se sintió una atmósfera de silencio, y a pesar de que Yolanda reconoció en “La Doña” a una mujer inteligente y bella, también dejó entrever que fue víctima de su carácter altanero.
“No tuve ninguna amistad con María Félix en particular. Recuerdo que cuando yo estaba filmando Pensión de Artistas, con Lola Beltrán, quien se decía muy amiga de ella, me dijo: ‘Vente, vamos a ver a María al foro’”.
Según “Tongolele”, la protagonista de Doña Bárbara y La Generala estaba filmando en los mismos estudios la película Canasta de Cuentos Mexicanos, con Pedro Armendáriz.
“Cuando llegamos al set salió Pedro y tras de él María. Él le dijo: ‘Mira aquí está ‘Tongolele’. Ella ni siquiera volteó a vernos y casi le ordenó a Pedro que se regresara al set para seguir filmando. No se me olvida”, dijo.
Agregó que años después, Félix le hizo de nueva cuenta otro desaire, cuando “Tongolele” actuaba en un centro nocturno de la Ciudad de México.
La bailarina comentó que La Doña llegó al lugar acompañada de sus amigos y fue cuando Yolanda había terminado su show.
“Siempre acostumbrada a mandar, le pidió al dueño del cabaret que yo bailara para ellos. Yo me negaba porque consideraba que era una falta de respeto para el público. Pero tanto insistió el propietario del centro nocturno que salió e hizo su número, pero la diva se paró de inmediato y se fue. Ni siquiera me dio las gracias, sólo se retiró. Así era ella”, dijo.
A pesar de que en ocasiones se perdió en la charla, algunas veces por lo intenso de los reflectores que la molestaban, la actriz no tuvo empacho en decir que al llegar a México era apenas una adolescente y debió conseguir un documento para comprobar que era mayor, cuando apenas estaba saliendo de su infancia.
Asimismo, ante la insistencia de algunas mujeres y también de algunos caballeros para que revelara su secreto de mantenerse activa y radiante, además de guapa a sus 76 años, la actriz dijo que no había nada oculto.
“Lo único que hago es ver la vida con optimismo, con una sonrisa, hacer ejercicio y bailar mucho. No soy de esas que van al salón de belleza, es más, me han ofrecido tratamientos gratis, pero nunca me imaginado haciéndome manicure y comiendo caviar”, comentó.
“Tongolele” habló también de su faceta como escritora de cartas para una revista en Estados Unidos, labor que realizó durante dos años. También relató su amistad con Germán Valdés “Tin Tan”, a quien conoció desde que llegó a México.
“Con ‘Tin Tan’ tuve amistad debido a que él, además de buena persona y gran actor, hablaba inglés”. Así como Pedro Armendáriz y Mario Moreno ‘Cantinflas’, con los que podía conversar ampliamente”.
Satisfizo también a los curiosos que deseaban saber el origen de su nombre artístico y de cómo fue que se decidió a trabajar en México, siendo que sus inicios en un teatro de San Francisco, California, para trabajar en Tijuana, al norte del país.
“Yo siempre he estado muy consciente de que el público un día te puede querer y otro día te puede odiar. He visto muchos fracasos a lo largo de mi carrera, pero sé que el público puede olvidar. Quiero decirles que soy simplemente una persona normal, como ustedes, lo único que hago diferente, es que bailo”.
Antes de retirarse, “Tongolele” fue contundente a la pregunta de qué le falta por hacer: “Yo bailaré hasta que pueda caminar, eso será todo”.
