Asegura Carlos Salinas que el actual presidente es capaz de revertir legado de Zedillo y Fox.
Carlos Salinas de Gortari ve en Felipe Calderón a un reformador que merece todo el apoyo, y a un presidente capaz de revertir lo que él define como la década perdida por las administraciones de Ernesto Zedillo y Vicente Fox.
El ex mandatario considera que las reformas de Calderón, entre ellas la energética, deben contar con la adhesión del PRI en la búsqueda de un consenso para que Pemex se fortalezca en beneficio de los mexicanos.
Señala que la reforma energética y otras más serán posibles si hay acuerdos entre “los reformadores” del PRI, el PAN y el PRD.
“Hay reformadores dentro del PRI, dentro del PAN, dentro del PRD, comprometidos con una transformación progresista del país. En la medida en que ellos sean los que —en la indispensable negociación que la política exige— lleguen a acuerdos y consensos, y los transformen en decisiones, no tengo dudas que se darán pasos hacia delante”, asegura en entrevista.
“Observo una firme decisión del Gobierno Federal de lograr que México tenga un mejor horizonte, y eso, sin lugar a dudas, merece el apoyo de todos nosotros para que se refleje mejoría diaria en la vida de los mexicanos”, dice el ex mandatario.
Para Salinas, tanto Zedillo como Fox fueron responsables del debilitamiento de Pemex, empresa que —asegura— pusieron prácticamente en quiebra.
Señala que ambos dejaron ir una oportunidad fundamental para reactivar la industria petrolera.
“Lo que me parece increíble es que cuando se tuvieron los excedentes del petróleo en lugar de construir un gran fondo para contingencias del futuro, se llevó a Gasto Corriente. Prácticamente la totalidad del gasto de inversión se financió con endeudamiento”, dice.
‘Frustró Fox expectativas’
Carlos Salinas asegura que los Gobiernos de Ernesto Zedillo y Vicente Fox pactaron silenciar las condiciones en las que uno a otro entregaba al país y así evitar el deslinde de responsabilidades.
“Ante esa situación lo que pasó fue que los mexicanos esperaban tanto de ese cambio, (el de Fox) que al no informarles cuál era la circunstancia real que se vivía, no se les pudo explicar de que no iba a haber posibilidad de responder a sus expectativas”, dijo en entrevista.
Esas expectativas “se vieron frustradas y el hecho es que entre 2000 y 2006 tuvimos la Administración con el crecimiento más bajo -el segundo más bajo- desde 1934 a pesar de una enorme cantidad de recursos que disponía”.
Entrevistado en su domicilio al Susr de la Ciudad de México, Salinas de Gortari afirma que dicho pacto entre Zedillo y Fox fue revelado por los propios colaboradores del guanajuatense.
“Al final de mi Gobierno sí existía un problema, pero no una crisis. Y es precisamente que las decisiones que se dan con posterioridad las que convierten ese problema en una crisis de una dimensión mayúscula”, asegura.
“México perdió en el contexto mundial, cuando la economía de Estados Unidos y del resto de las naciones del mundo arrancaron un gran dinamismo económico durante esos pasados diez años y México cada vez creció menos”, insiste a propósito de su nuevo libro titulado “La década perdida”.
El ex presidente señala que en 1994 dejó el Gobierno con un crecimiento económico de 4.5 por ciento al año. En el sexenio de Zedillo creció menos de 3.2 por ciento y en el de Vicente Fox “todavía menos”, con un promedio de 2.3 por ciento al año.
“Mientras el resto del mundo y América Latina en particular rebasaban las tasas anuales de crecimiento de 5 por ciento, nosotros crecíamos cada vez menos”, afirma.
El contexto, en su consideración, era favorable para México y fue desperdiciado.
‘AMLO manejó las leyes a su antojo’
Carlos Salinas está de vuelta. Está en su casa, en el Sur de la Ciudad de México, con un voluminoso libro, “La década perdida” y arremete contra Andrés Manuel López Obrador, como el populista que manejó las leyes a su antojo.
-¿Qué busca con el libro, busca la reivindicación?
“Yo creo que toda Administración enfrenta problemas y al final deja un saldo de retos sin resolver y de activos para enfrentarlos. Eso es normal en el político cotidiano, pero lo más importante aquí es que hemos ensayado en estos doce años dos alternativas, la del neoliberalismo y la del populismo, que no han funcionado”.
No tiene reservas para descalificar la gestión de López Obrador al frente del Gobierno de la Ciudad de México.
“Me parece que más ha sido un populismo autoritario. Bueno, porque el atropello al Estado de Derecho, fue implacable durante esos seis años, para qué hablamos de los amparos”.
