Denuncian que disidentes del sector salud son víctimas de intimidaciones para que desistan de su movimiento.
No cesan las agresiones y acciones de hostigamiento a médicos, enfermeras y participantes del campamento en el exterior de los Servicios de Salud del Durango, pero esa estrategia oficial no frenará el movimiento para que se reconozca al nuevo sindicato, sostuvo Rocío Maldonado.
De acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, ni la titular de Salud en la entidad, Patricia Herrera Gutiérrez, ni la dirigente sindical, Narda Pérez, pueden obligarnos a pertenecer a un sindicato al que nosotros no queramos, enfatizó.
AGRESIONES
Rocío Maldonado sostuvo que de poco más de cuatro mil trabajadores del sector salud a nivel local, cerca de mil 600 están con ella, lo que inquieta a las autoridades al saber que se trata de gente que no podrán manipular ni atropellarle sus derechos.
Informó que en la noche del miércoles pasado compañeros del movimiento que permanecen por la noche en el campamento recibieron agresiones verbales de un grupo de personas que viajaban en un vehículo, los que además amenazaron con echarles la unidad encima y arrancaron mantas.
“No nos van a tumbar con esas amenazas (...) entre los agresores mi gente identificó al licenciado Arroyo, el jurídico de la Secretaría de Salud”, precisó.