El senador, secretario general del PAN y primer compadre, Guillermo Anaya, se está frotando las manos ahora que salió Alejandrina Martínez de la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, pues podría ser una perla más en el collar de puestos donde don Memo ha logrado colar a su gente, y una perla de buen tamaño pues el Centro SCT es estratégico en la cuestión de la obra carretera que, según esto, es una de las prioridades del “Gobierno de la gente” a la que don Memo le está metiendo cuñas con sus operadores (perdón, delegados). A estas alturas sería mucho pedir que el nuevo delegado de Comunicaciones y Transportes fuera, para variar, alguien que le supiera al tema, porque ya se sabe que ése no es requisito para el puesto. Al menos, que se lleve bien con los trabajadores de la dependencia, pues doña Alejandrina fue prácticamente “botada” del Centro SCT por los trabajadores sindicalizados que ya la tenían hasta el gorro. Por cierto, no estaría mal que le echaran un ojo a las oficinas de la dependencia en Torreón pues nuestros subagentes cuentan que es un ejemplo de desorganización y favoritismo.
* * *
Hablando de los delegados, el engendro que pretendían crear con la Conferencia de Delegados Federales en Coahuila nació muerto debido al descarado tinte blanquiazul en que venía pintado. Una cosa es que los delegados se junten para definir estrategias del Gobierno Federal en el Estado y cómo se pueden tomar acciones conjuntas. Otra, muy distinta, es que el grupo político de don Memo Anaya, forme una cofradía para resistir los embates del gober Humberto Moreira, nomás porque el gober los trae atravesados. La idea era tan abiertamente partidista que lo que la mató fue precisamente la oposición del jefazo estatal del PAN, Jesús Flores Morfín. Los panistas, al parecer, ya no saben ni qué inventar para frenar el tren de don Humberto, que agarra más poder cada día aunque nadie sabe con qué fines. Una sugerencia, modesta, es que los blanquiazules se pusieran a aprovechar las palancas que tienen en la capirucha del esmog para jalar más recursos e inversión, sobre todo a La Laguna, donde no se ve mucho.
* * *
El “cambio” está en el ambiente en La Laguna, pero no es para marcar un nuevo curso ni un proyecto de visión. Nada más es el cambio de funcionarios. En Torreón, el alcalde José Ángel Pérez finalmente pudo salirse con la suya y alinear a los regidores del PAN para que avalen los movimientos que hizo y que ya están de manera interina: Alfonso Tafoya en Desarrollo Humano (perdón, operación electoral), Fernando Zertuche en Pensiones, Horacio Ibarra en Servicios Generales, Fernando Reza en la megacoordinación social y el primer amigo Ricardo Muñiz en Coproder. Las regidoras Karina García, Montserrat Martínez y el síndico Eduardo Albores ya están debidamente alineados después de su intentona de revuelta en la que nomás fingieron agallas para oponerse al alcalde y ya votaron a favor de los cambios. Nuestros subagentes comentan que los ediles revoltosos se llevarán un manotazo de parte del comité municipal del PAN que preside el regidor consentido Manuel Villegas, principal promotor de esos movimientos, aunque el único que no le salió fue botar a don Ricardo. Lo que no se explica es para qué servía la coordinación de obra pública que comandaba el primer amigo, pues desaparecerá con su paso a Coproder. Es la misma duda respecto a la Coordinación del Área social de Fernando Reza, que probablemente terminará sirviendo para lo mismo, es decir, tener darle al titular el beneficio de la nómina. Total que ayer el Cabildo ya votó los cambios y, como el Gatopardo, se cambió para seguir igual.
* * *
Del lado de Durango, la subsecretaría de Gobierno para La Laguna (la vicegubernatura, pues) parece una puerta giratoria donde entra y sale gente. En los cuatro años de administración del gober Ismael Hernández Deras, ya vamos en el cuarto titular de la oficina. Empezamos con Luis Felipe del Rivero, que duró menos de dos años, para darle paso a Rocío Rebollo, que salió hace mes y medio, a pesar de (o precisamente por) que estaba haciendo bien la chamba. Doña Rocío le entregó el puesto a Pedro Herrera Favela, que nomás duró 46 días porque salió con un “Alzati”, ostentándose con título universitario cuando no lo tenía, lo cual provocó su salida porque era requisito tener la carrera terminada. El joven Herrera viene de una familia de impresores célebre por hacerle la propaganda al PRI desde los tiempos prehistóricos de José Ramírez Gomero, o sea que ya se sabe de dónde agarró el hueso. Lo curioso, cuentan nuestros subagentes, es que el ex vicegober no se enteró de su remoción hasta minutos antes de la ceremonia de relevo, pues aunque sabía que el secretario de Gobierno, Oliverio Reza Cuéllar, iba a venir a Gómez Palacio, no sabía a qué (eso es estar informado). Al parecer eso les gusta en esos lares pues ya se sabe que el alcalde Ricardo Rebollo le aplicó la misma a su ahora ex jefe de Policía. En esa ocasión, don Ricardo también le enseñó la puerta al secretario del Ayuntamiento, Raúl Muñoz de León, quien el lunes apareció milagrosamente al relevo de don Pedro, como nuevo subsecretario de Gobierno, cargo que ya había ostentado en tiempos del gober Ángel Guerrero Mier. Don Raúl debe estar poniéndole veladoras al gober Hernández Deras porque lo rescató para la sagrada nómina y nomás duró una semana descobijado. Lo que nadie ha explicado es por qué, si don Raúl salió del Ayuntamiento de Gómez pues ya no lo aguantaban los regidores del PRI y el PAN y tenía las sesiones de Cabildo en la desorganización, ahora aparece como el principal operador político de don Ismael en tierras laguneras. Pregúntenle al señor Ripley.
* * *
También en Lerdo se vienen algunos cambios en el equipo del alcalde Carlos Aguilera, quien, al igual que su colega de Torreón, piensa que tiene funcionarios de usos múltiples y los coloca a su gusto. Así, Alberto Muñoz, el director Sistema de Aguas pasa a Desarrollo Social, y Marco Carrillo, director de Obras Públicas, se va de Oficial Mayor. Y eso es la primera tanda, pues don Carlos anunció otras dos rondas de cambios, además de que empezó a sentirse en el Gabinete federal y anunció la creación de siete secretarías, como si “direcciones” no tuviera el caché suficiente. Pero el nombre es lo de menos, pues lo que preocupa es que el alcalde preside un Municipio que está quebrado, pidiendo dinero en todos lados, y ahora le quieren meter más burocracia. Si don Carlos ya se compara con el alcalde de Torreón en cuanto a colocar funcionarios, a ver si ahora no se le ocurre emular al de Madero y meter a medio Municipio en la nómina.
