Por María Cecilia Aguilar
El Siglo de Torreón
FRANCISCO I. MADERO.- La cara de la insalubridad al parecer llegó para quedarse en el rastro municipal de este municipio. Pese a las condiciones antihigiénicas en las que operan los trabajadores de este matadero, continúa operando pese al conocimiento de las autoridades correspondientes.
En un recorrido que el Siglo de Torreón realizó en el lugar, donde los fétidos olores envuelven la atmósfera, se constató que nada ha cambiado y que la situación es grave, pues es un foco de infección para quienes consumen la carne.
Alrededor de diez matanceros se encontraban en el área, todos con su característica vestidura, -botas ensangrentadas, un mandil antes blanco, que ahora luce como una pintura de Picasso- donde la mugre se combina con la sangre fresca del animal.
Con hacha y machete en mano, los trabajadores distribuyen las labores: mientras unos con gruesas reatas tiran al animal hasta hacerlo caer entre charcos de sangre que por cierto, ya dejó el anterior animal sacrificado; otros clavan estratégicamente el arma blanca para acabar con su vida la res y proceder a abrirlo “en cuatro partes”, según explicaron.
Así, poco a poco, van substrayendo las partes del animal, mismas que son colocadas en un suelo extremadamente sucio y los desechos, arrojados a través de una pequeña ventana, que va a dar a una especie de canal que desemboca a una laguna donde flotan tripas, sangre y las partes no aptas para el consumo del animal.
-¿Esto es insalubre y motivo de clausura?
-Las autoridades se hacen de la vista gorda, pues todo esto es una cochinada.
Dijo uno de los trabajadores quien prefirió omitir su nombre por temor a perder su trabajo.
-¿Qué ha sucedido con el supuesto proyecto de renovación?
-Nada, qué va... ésos se vuelven puros cuentos y hasta ahorita seguimos en las mismas. Pero peor para ellos, pues cuando se desate una epidemia, los responsables no se la acabarán...
Afirmó, que luego esta persona manifestó que en un tiempo se oyó el rumor de que la Jurisdicción Sanitaria procedería a la clausura del lugar, pero que luego la ola de “chismes”, terminó.
-¿Por qué dice que son chismes?
-Pues es que vienen unos de no sé qué lugar, otros de la presidencia, otros que son que disque doctores y ustedes y nada pasa... también nosotros deseamos trabajar en mejores condiciones, cómo no...
El olor del “tanque de almacenamiento” de las vísceras del animal, calaba sobremanera, los trabajado-res dijeron estar acostumbrados.
-Pero pregúnteles a los vecinos de aquí, a ver si dicen lo mismo, nosotros porque ya a fuerzas de ganas, nos ambientamos a éstos... bueno... pero la verdad a lo malo, uno nunca se acostumbra...
Consideraron que los brotes de brucelosis recientemente detectados en este municipio son por causa del consumo de la carne que se distribuye de este lugar al consumidor.
-Por ahí supimos que por falta de vacunas a las cabras, que no sé qué tanto... no, todo es por lo cochino que está este animal... pos´ no es más que la verdad...
