Desde su nacimiento, Felipe de Borbón, ha sido educado para reinar. (Archivo)
El futuro Rey de España llegará a las cuatro décadas el próximo 30 de enero.
El príncipe Felipe de Borbón, el futuro rey de España, cumplirá el próximo 30 de enero 40 años. Aunque cuando él nació su padre todavía no había sido nombrado sucesor por el entonces dictador Francisco Franco, se intuía que el niño se convertiría algún día en el heredero de la corona española. Por eso, desde su nacimiento ha sido educado para reinar.
Sus padres acordaron que Felipe recibiera una educación extraordinaria, aunque fuera tratado como un joven más. Por eso estudió sin ningún tipo de privilegio, tanto en el colegio como en la universidad. Eso sí, tuvo que compaginar sus estudios con sus actividades oficiales, de manera que con sólo siete años asistió a la coronación de su padre; a los 12, presidió su primer acto oficial en los Premios Príncipe de Asturias, y al cumplir 18 años y ser mayor de edad, juró la Constitución.
Estudió la preparatoria en el colegio privado Santa María de los Rosales donde permaneció hasta 1984. Sin embargo, al terminar el colegio, sus padres pensaron que lo mejor sería que se marchara de España para alejarlo de los medios de comunicación, aprendiera idiomas y madurara. Tenía el carácter un poco díscolo y se sentía superior a los demás, así que un poco de disciplina no le vendría mal.
El lugar elegido fue la Universidad de Lakefield College School, en Canadá, donde cursó el último año escolar. Un centro muy duro por el que habían pasado príncipes de diversas casas reales por lo que estaban habituados a tratar con jóvenes de la realeza. Como él mismo reconoció, fue un año difícil porque pasó mucho frío (las temperaturas llegaban a veintitantos grados bajo cero), extrañó mucho a sus padres y hermanas, y se encontró de repente solo, pero le ayudó a madurar.
De nuevo en España, el príncipe dedicó tres años a formarse en los tres ejércitos, en la Academia General Militar de Zaragoza, en la Escuela Naval Militar de Marín y en la Academia del Aire de San Javier. Realizó prácticas en el buque escuela “Juan Sebastián Elcano”, de la Armada.
Terminada su formación militar regresó a los estudios matriculándose en una escuela pública: la Universidad Autónoma de Madrid, donde estudió de 1987 a 1993. Allí se licenció en Derecho y cursó algunas materias de Economía, convirtiéndose en el primer príncipe de España en tener una carrera universitaria.
Su paso por la universidad fue casi normal. Cuatro guardaespaldas se matricularon con él y acudían cada mañana juntos a clase. Era habitual verle en la cafetería, fotocopiando apuntes.
Concluida esa etapa el príncipe se trasladó a Washington, EU, donde realizó un curso de posgrado en Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown. El mundo árabe y América Latina fueron sus materias principales.
Al terminar regresó a España poniendo punto y final a su vida académica y dedicándose a ayudar al rey Juan Carlos. Poco a poco fue incrementando su presencia en los actos oficiales.
En 1995 viajó por todas las comunidades autónomas para conocer mejor España y acercarse más a los españoles. Desde 1996 representa a la Casa Real en la toma de posesión de todos los presidentes iberoamericanos. También desarrolla un papel activo en la promoción de los intereses económicos y comerciales de España y en el fomento del conocimiento de la lengua y cultura españolas en el exterior.
Habitualmente preside las exposiciones económicas y comerciales organizadas por España en el extranjero (Expotecnia, Expoconsumo y Expohábitat) y está especialmente interesado en promover la creación de Centros y Cátedras que difundan la historia y la realidad presente de España en las principales Universidades extranjeras. Junto a su esposa Letizia, suele inaugurar las distintas sedes de los Institutos Cervantes en el mundo.
Además de sus actividades oficiales, el príncipe Felipe es presidente de honor de varias Asociaciones y Fundaciones, como la Fundación Príncipe de Asturias, cuyos premios entrega cada año en Oviedo, la capital asturiana.
A sus 40 años el príncipe lleva toda la vida preparándose para reinar. Su instrucción fue diseñada día a día y con escasas previsiones a mediano o largo plazo, porque no había nada escrito sobre cómo educar a un rey para el Siglo XXI.
Hace unos días, su padre cumplió 70 años, así que cada vez está más cerca el momento en que Felipe VI se convierta en el nuevo monarca de España. Uno que lleva toda su vida esperando que llegue su momento de reinar.
Los encabezados de los periódicos españoles del 30 de enero de 1968 sólo decían ¡Ha sido niño! En aquél entonces las ecografías no eran una práctica común y el sexo del hijo de Juan Carlos de Borbón era un misterio. El “pequeño” pesó 3 kilos con 400 gramos.
Uno de los primeros en llamar para felicitar a la pareja fue Francisco Franco, quien le preguntó: “¿Es un machazo?” “Como su padre”, fue la respuesta. Lo que don Juan Carlos no le dijo fue que, en pleno parto, él tuvo un desvanecimiento provocado por la emoción.
A pesar de que sus padres pusieron especial atención en que fuera siempre uno más entre sus compañeros de escuela, no pudieron evitar que, en la adolescencia, padeciera por ser diferente.
Para el anecdotario
El heredero al trono español cuenta con una historia de vida interesante.
-A los 16 años ya medía 1.80 metros y no cabía en los pupitres de la escuela, por lo que lo relegaron
a la fila de hasta atrás. A la fecha mide 1.97 de estatura, pesa 90 kilos y calza del nueve.
n Siempre le han encantado los perros. De niño tenía un labrador llamado “Winki”, que murió cuando él tenía unos 10 años. Los reyes de Bélgica, Fabiola y Balduino, le regalaron otro cuando supieron de la tristeza que la causó el evento. Felipe lo bautizó “Balú”. Actualmente tiene un bello shnauzer negro llamado “Pushkin”.
n Es un apasionado de las motocicletas y los autos. Con siete años apenas, ya era experto conductor de kartz.
-En cuestión de deportes, los ha practicado todos (además de ser un fiel seguidor del Atlético de Madrid); en el judo consiguió cinta naranja cuando estudiaba la primaria. Pero sus favoritos son el esquí en nieve,
el squash y, por encima de todos, la vela. Tiene su propia embarcación,el Aifos, cuyo nombre no es otro sino Sofía, al revés. n En las olimpiadas de Barcelona, en 1992, el príncipe fungió como abanderado de la
delegación española y participó en la categoría
- Durante su juventud se le conocieron romances que tuvieron preocupados a los reyes y al resto de los españoles. Isabel Sartorius y Eva Sannum, una socialité española y una ex modelo noruega, fueron las más cercanas al lugar que hoy tiene Letizia Ortiz. A ambas se les reprochaba tener padres divorciados, por eso, cuando se anunció el compromiso oficial con la actual princesa, mucha gente se quedó con la boca abierta: doña Letizia no sólo es hija de padres separados, sino que ella misma se divorció y eso no fue obstáculo para su boda.
- Cuando cumplió 30 años dio un discurso en el que aseguraba estar consciente de su responsabilidad como noble y su deber de elegir con cuidado a su futura esposa. Pesó mucho el origen asturiano de Letizia Ortiz y su cercanía con la gente a través de los medios. La princesa de Asturias se ha encargado de hacer sentir a los españoles que la elección de Felipe fue la mejor.
-Ante tantas cualidades y aciertos, cuando se les pregunta a sus amigos si el príncipe es perfecto (pues a muchos les da esa impresión) ellos contestan: ¡No, qué va! Es un poco impuntual.
