Los cuerpos de quien ahora se sabe son tío y sobrino, estaban con los pies en dirección al puente Solidaridad y su cabeza al puente de la Salvador Creel. (Fotografía de El Siglo de Torreón)
En el vado del río Nazas se localizaron los cuerpos sin vida de dos sujetos que tenían impactos de arma de fuego. El hallazgo en un lugar tan transitado generó una movilización policiaca y la presencia de cientos de curiosos que incluso estacionaban sus vehículos para tener una mejor vista.
A las 7:30 horas, cuando apenas asomaba el sol, un adulto que llevaba a su hijo a la escuela observó los cadáveres y se comunicó al teléfono 066. Policías Preventivos de Torreón fueron los primeros en llegar junto con agentes de la Policía Preventiva del Estado (PPE), que tiene sus oficinas a medio kilómetro del lugar de hallazgo.
Los cuerpos de quien ahora se sabe son tío y sobrino, estaban con los pies en dirección al puente Solidaridad y su cabeza al puente de la Salvador Creel, a 50 metros del bulevar Río Nazas, junto a un camino de terracería inclinado, por donde mayormente transitan carromatos.
Juan Manuel Barraza Picasso, de 28 años, es el nombre de uno de los finados que tenía impactos de bala en el cuello, y mano derecha. El joven presentaba una rigidez cadavérica, lo que supone que falleció cerca de la medianoche y vestía pantalón de mezclilla azul y chamarra blanca.
El otro cuerpo era de Jaime Picasso Urbina de 44 años, sólo tenía un pantalón café y estaba con el torso descubierto, así como heridas de bala en la cabeza y ambas manos. Las víctimas tienen signos de arrastre y fueron identificadas como comerciantes del mercado Alianza.
Tío y sobrino vivían en la avenida Quinta número 78 de la colonia La Constancia y según sus familiares que declararon ante el Ministerio Público, la tarde del miércoles 16 de enero, fueron “levantados” afuera de su domicilio por un grupo de sujetos armados que portaban chalecos con iniciales de AFI.
Una vecina del lugar señaló que al filo de la medianoche escuchó la detonación de al menos tres disparos de arma de fuego pero no le dio importancia al hecho hasta que por la mañana se enteró del hallazgo de los cuerpos.
A diez metros del bulevar, en la pendiente, el departamento de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) aseguró 11 evidencias que colocó en bolsas de plástico transparente, entre las que se encontraba una cartera café, un juego de llaves para vehículo Dodge, un encendedor, un teléfono celular y menos de 200 pesos en efectivo.
Al lugar también acudieron elementos del grupo de Homicidios de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) de la Subprocuraduría de Justicia de Durango, efectivos del Ejército Mexicano en una tanqueta y un elemento se aproximó a los cuerpos a fin de identificar físicamente a los finados y se retiró del lugar.
Agentes de la Policía Federal (división Caminos) también llegaron al lugar.
Los curiosos llegaron a estacionarse en toda la franja del bulevar Río Nazas, algunos grabaron la movilización policiaca con las cámaras de su celular y los más osados buscaron confundirse entre los representantes de la prensa para tener información de primera mano.
Personal de la agencia del Ministerio Público de Homicidio ordenó el levantamiento de los cuerpos y su traslado para aplicar la autopsia de Ley, para seguir con la integración de la averiguación previa.
