Al principio de este año que se aproxima a su fin, la sucursal en México de la editorial Norma de Bogotá encargó a Ricardo Raphael un libro que se titularía Calderón bajo la lupa. En los meses anteriores esa empresa colombiana había publicado obras sobre la coyuntura mexicana, a cargo de ensayistas serios y con buena reputación, como Raphael. El manuscrito fue entregado conforme a lo previsto, pero el libro no fue jamás a la imprenta. Los editores pidieron al autor retirar la porción del ensayo en que examinaba la relación entre el entonces flamante presidente y Elba Ester Gordillo, entre otras cosas lideresa del sindicato magisterial, el más poderoso de Latinoamérica. La causa de la solicitud, se le explicó llanamente, eran los negocios de la editorial con la Secretaría de Educación Pública, que podrían ser afectados por las referencias a la presidenta del SNTE. La negativa del conductor de Espiral, del Canal Once, canceló el proyecto con Norma, pero empujó al autor a una nueva experiencia profesional, la del periodismo de investigación, que revelara el talante de la mujer que poseía tal influencia fuera de su ámbito formal de acción.
El resultado es una biografía de la dirigente y una descripción y análisis de las redes de poder que ha tejido sobre todo desde que fue elevada a la secretaría general del sindicato de maestros por una decisión del presidente Carlos Salinas de Gortari, en 1989. El libro, dice su autor, “es el producto de una revisión exhaustiva de la prensa mexicana y los libros académicos escritos durante los últimos veinticinco años. También se confeccionó gracias a la realización de entrevistas con especialistas en el tema educativo, con operadores e ideólogos que han acompañado a la profesora durante las diversas etapas de su larga trayectoria profesional, con actores del sistema político mexicano que en otros tiempos, y aun ahora, sostienen tratos con esta poderosa mujer mexicana. Asimismo, este libro se benefició con la lectura que el autor pudo hacer de varios documentos gubernamentales que ahora son públicos gracias a la legislación vigente en materia de acceso a la información gubernamental y transparencia”.
Además de un prólogo debido al periodista Roberto Rock y la introducción –de donde proviene el párrafo anterior— la obra se forma con diez capítulos, un epílogo y tres anexos, el más importante de los cuales es un ejercicio estadístico que comprueba la manipulación selectiva del proceso electoral del año pasado, de donde deriva la importante inserción de Gordillo en el Gobierno de Calderón, en vista de la probable votación que le aportó, así como el afianzamiento de su partido, Nueva Alianza, que conservó el registró y alcanzó representación en las dos Cámaras del Congreso federal.
El libro reconstruye el trayecto profesional y sindical de Gordillo desde sus difíciles inicios en el banquillo escolar y en la disidencia política hasta su conversión en integrante de la cúpula acaudillada por Carlos Jonguitud que después sería desplazado del liderazgo nacional real por su propia protegida. Afianzada ya en el cargo, Gordillo modernizó al sindicato, lo hizo partícipe de importantes decisiones de política educativa y expandió su propio poder político, que había comenzado con una diputación y una delegación en el Gobierno capitalino, y que la ubicaría como dirigente del sector popular del PRI y secretaria general del mismo partido.
Su poder sindical descansa en la abundancia de recursos que manejan el SNTE, organismos vinculados con él y la profesora misma. Ráphael logró la información oficial sobre el monto de las cuotas entregadas al sindicato: 900 millones de pesos anuales. La enorme suma es, sin embargo, sólo una parte de los ingresos sindicales, cuyo manejo inescrupuloso se ha manifestado especialmente en el fondo para la vivienda que fue cancelado después de catorce años por la opacidad de sus operaciones. Al cerrar sus operaciones padecía un desfalco de más de 2 mil 700 millones de pesos.
Es imposible reseñar todas las andanzas políticas y financieras de Gordillo, que aspiraba a dirigir el partido que la llevó varias veces al Congreso. Unida por conveniencia en ese propósito a Roberto Madrazo, fue enseguida su adversaria y acabó siendo su enemiga mortal. Expulsada del PRI, se había asegurado ya un puerto de llegada, el partido Nueva Alianza, en que capitalizó la experiencia que un grupo de sus allegados había acrisolado primero en la observación electoral y después en la Asociación Ciudadana del Magisterio. Noé Rivera, que presidió esa organización y luego rompió con Gordillo, ofreció a Raphael abundante información sobre las capacidades de manipulación electoral de ese equipo, que operó en beneficio de Calderón en los comicios del año pasado, sobre la base de identificar casillas estratégicas al frente de las cuales queda personal especialmente entrenado para expresar en las actas resultados convenientes a Gordillo.
El autor de Los socios de Elba Ester, era escéptico respecto de las posibilidades de manipulación a partir de un reducido número de casillas. Estudió, sin embargo, los resultados en mesas clasificadas por el IFE como “de atención especial” y dentro de ellas donde fueron sustituidos de última hora los funcionarios de las mesas directivas. El resultado es que aumentó considerablemente la votación del Panal, Alternativa y el PAN, y disminuyó la del resto de los participantes. No son inventos. Es información oficial.
