El embajador iraní se queja de las presiones políticas de Washington mientras la asamblea general de Interpol decide si emite "notificaciones rojas" para la detención de cinco iraníes y un libanés buscados en relación con el peor atentado terrorista perpetrado en Argentina.
Para las argentinas Diana Malamud y Adriana Resfield, la decisión es personal: sus familiares murieron en el atentado dinamitero del 18 de julio de 1994 de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que mató a 85 personas, hirió a otras 200 y dejó a muchos sin esperanzas de obtener justicia.
La reunión anual de las 186 naciones que integran la Interpol comienza el lunes en Marruecos y los investigadores argentinos sostienen que las pruebas obtenidas son suficientes para que los estados emitan dichas "notificaciones rojas".
La notificación roja significa que un sospechoso es buscado para su posible extradición. No puede obligar a los países a detener o extraditar a los sospechosos, aunque esas personas aparecen en la lista de los más buscados que mantienen la Interpol, con sede en Lyon.
"Este caso ha creado mucha tensión entre Argentina e Irán", dijo Francois Nicoullaud, embajador galo en Teherán del 2001 a 2005.
La fiscalía argentina sostiene que el ataque de 1994, en el que una furgoneta cargada de explosivos demolió un edificio de siete plantas, fue orquestado por líderes del gobierno iraní y encargado al grupo islamista libanés Jezbolá.
El embajador iraní en Buenos Aires, Mohsen Baharvand, rechazó la acusación y denunció que Washington y sus aliados han ejercido presiones políticas para que sean emitidas las notificaciones rojas.
"Este caso es demasiado político debido a Estados Unidos e Israel", dijo Baharvand a The Associated Press.
Destacó que el entonces secretario de justicia Alberto Gonzales visitó la sede reconstruida de la AMIA.
Denunció además que Estados Unidos presionó a Irán en muchos organismos internacionales. "Intentan molestar a Irán por muchas razones. Intentan politizar las organizaciones técnicas en todos los rincones del mundo contra Irán".
El embajador dijo que la constitución iraní no permite la deportación de sus ciudadanos en estos casos. Empero indicó que los funcionarios iraníes propusieron a la Argentina un "marco de trabajo" sobre cooperación legal y judicial que permitirá a Irán compartir información sobre el caso, aunque Argentina se negó.
La comisión ejecutiva de la Interpol decidió en marzo emitir notificaciones rojas _decisión postergada ante la apelación iraní_ contra el ex jefe de inteligencia iraní Alí Fallahian; el ex agregado cultural en la embajada iraní de Buenos Aires Mohsen Rabbani; el ex diplomático Ahmad Reza Asghari; el ex dirigente de los Guardias Revolucionarios Mohsen Rezaei; el general Ahmad Vahidi y el líder de Jezbolá en el Líbano Imad Moughnieh, uno de los terroristas más buscados del mundo.
Moughnieh es buscado por su participación en el secuestro de ciudadanos occidentales en el Líbano en la década de 1980, y los ataques suicidas contra la embajada de Estados Unidos y una base naval estadounidense en el Líbano que mataron a más de 260 estadounidenses. Su paradero es desconocido.
La Interpol rechazó el pedido argentino de las notificaciones rojas contra el ex presidente iraní Hashemi Rafsanjani, el ex canciller Alí Akbar Velayati y el ex embajador iraní en Buenos Aires, Hadi Soleimanpour.
En Marruecos, la Interpol presentará los argumentos tanto de Argentina como Irán. Teherán pidió que la votación sea retrasada por otro año, petición que seguramente será votada primero.
Irán y Argentina son estados miembros, cada país con un voto, y las resoluciones son decididas por simple mayoría.
El atentado de la AMIA ocurrió con posterioridad al perpetrado el 17 de marzo de 1992 contra la embajada israelí de Buenos Aires, en el que murieron 29 personas.
Los líderes judíos argentinos dijeron que la comunidad internacional puede dar una muestra pública de apoyo al sistema judicial argentino aprobando las notificaciones rojas.
