Aventura y Rafting (AyR) ofrece más de 100 dinámicas, entre las que se encuentran: vuelo en parapente (vuelo en paracaídas dirigible, que fomenta el liderazgo y busca ayudar a las personas a perder sus miedos y aprender a tolerar la frustración).
Los menos integrados en las empresas son los vendedores, aseguran expertos.
MÉXICO, DF.- Hay una desintegración del personal absoluta en todas las empresas en el país, desde las más pequeñas hasta las más grandes, asegura Mauricio Garza, encargado de Relaciones Empresariales de la compañía Aventura y Rafting (AyR) Capacitación.
AyR es una empresa de Grupo Mancisidor, dedicado a la capacitación y al desarrollo humano. AyR desarrolla estrategias para apoyar a las empresas en temas como el liderazgo, el trabajo en equipo, la creatividad e innovación, a través de programas combina dos de capacitación tradicional y talleres vivenciales outdoor training (o entrenamiento al aire libre).
Garza cuenta que el tema de la integración es el que más solicitan las empresas. En general, los menos integrados son los vendedores, de ahí que los departamentos de ventas y luego los niveles gerenciales sean los que más soliciten los cursos.
“La gente en las empresas tiene que trabajar integrada, sino lo único que hacen es ponerse barreras los unos a los otros. Y es lo que sucede normalmente en las empresas mexicanas, todo mundo quiere sobresalir, quieren ser líderes, pero no hemos entendido que hay quienes pueden estar arriba y hay quienes no pueden y tienen que hacer equipo con el que está arriba (el líder)”, destaca.
AyR tiene 11 años en el mercado. El entrevistado cuenta que cuando iniciaron detectaron la necesidad de las empresas porque su gente se capacitara fuera de las oficinas, “de sus cuatro paredes”, donde puedan profundizar en cuestiones como el liderazgo, la integración en equipo y cómo se siente la gente dentro de su lugar de trabajo y con sus compañeros.
Actualmente ofrecen más de 100 dinámicas, entre las que se encuentran: vuelo en parapente (vuelo en paracaídas dirigible, que fomenta el liderazgo y busca ayudar a las personas a perder sus miedos y aprender a tolerar la frustración), rafting (descender ríos en balsas neumáticas), rappel (descender paredes), tirolesa (deslizamiento con poleas en una cuerda), gotcha (marcar con pintura al contrincante), más dinámicas cortas como simulacros de venta.
Uno de los juegos más comunes es armar una balsa o un coche entre todos los participantes. Garza explica que personas de diferentes departamentos deben hacer equipos. AyR les da el material necesario y ellos tienen que armar una balsa o coche, luego entrarán a una carrera. Aparte del trabajo en equipo, se toca el tema de la optimización de recursos.
De acuerdo con los responsables de AyR, los beneficios de estos programas son: descubrir la capacidad de cada integrante para confiar en los demás y en sus posibilidades, optimizar el potencial humano, incrementar la autoestima, cambia la actitud y mejorar el clima organizacional.
“Generalmente la gente cuando llega a este tipo de lugares lo hace con mucho miedo y se va muy contenta. Si no saben nadar bien o si se caen en el río salen adelante, los rescatan y no hay problema”. En cuanto a las medidas de seguridad, Garza asegura que en los deportes extremos se rigen por normas de seguridad internacionales, por ejemplo, en las dinámicas en balsa siempre llevan un guía y paramédicos, además los participantes deben portar casco y chaleco de forma obligatoria.
Los cursos están dirigidos a empresas de todos los sectores productivos, desde las personas de limpieza hasta los dueños de las empresas.
¿Cómo se miden los resultados? “Es difícil dar seguimiento a los cursos, generalmente las empresas tienen sus propios coaches que se encargan de eso. Por lo regular el seguimiento lo tiene que dar la misma empresa”, agrega. Sin embargo, también destaca: “Cualquier curso vivencial tiene una efectividad del 80 por ciento. Todo lo que escuchas en unas semanas ya se te olvidó, todo lo que ves y escuchas, más o menos en un mes ya lo olvidaste. Pero todo lo que desarrollas, el 30 por ciento se queda para el resto de tu vida”.
