MIGRACION INFANTIL A ESTADOS UNIDOS
Nunca se olvidará aquella declaración del funcionario federal del sexenio pasado quien afirmó que los migrantes ó braceros van a trabajar a Estados Unidos “solo por cuestión cultural y no por hambre”, cada día pesan mas en todos aquellos mexicanos que por necesidad tienen que dejar padres, hijos, hermanos para ir en busca de una oportunidad de trabajo y enviar dinero a México, a su país, que lamentablemente no les ha brindado la oportunidad que en justicia les corresponde y que año tras año se incrementan en número para alcanzar en el pasado 2006 la cifra de 350 mil nacionales, con ó sin papeles legales los que pasaron al “otro lado”. Pero ahí no termina lo grave de este asunto pues ahora vemos que dentro de esta emigración total, muchos de ellos son menores de edad y de estos el 80 por ciento se encuentran en el rango de edad de 13 a 17 años, el 13 por ciento corresponde a niños de entre los 6 y 12 años y 7 por ciento de niños que tienen de cero a 5 años quienes viajan en compañía de un mayor ó de un familiar. Con estudios del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se documenta que existe una violación constante de los derechos humanos de los niños ya que no existen en las fronteras de la Unión Americana centros de atención especiales para menores quienes son repatriados en horarios de riesgo y separados de sus familias en los traslados y que ascendieron durante el año pasado a 20,000 menores detenidos.
Un hecho que está sucediendo es cuando se dan redadas contra indocumentados por parte de las autoridades migratorias norteamericanas en sus lugares de trabajo y al lograrse las detenciones, los menores se quedan solos ó a cargo de algún familiar en espera de sus padres con la separación de la frontera. Estos miles de menores de edad que quedan a la deriva se han convertido en mercancía para el enriquecimiento ilícito de “polleros”, de redes de explotación sexual, prostitución y pornografía y en muchos casos de las propias autoridades que los explotan viendo su desconocimiento de su situación. También son utilizados como guías de indocumentados por los traficantes de personas en el desierto ó el río Bravo y para pasar droga pagados por narcotraficantes. Un dato triste, es que no existe un registro de los niños que deportan ó regresan a su lugar de origen ni checan si verdaderamente quien los recoge en los centros de detención sea un familiar ó amigo de la familia. Hay que recordar que el 45% de los mexicanos tienen un familiar en los Estados Unidos.
Muchos de estos niños fallecen durante la travesía del “sueño americano” ya sea perdidos en el desierto, por asfixia en los vehículos que los llevan a la frontera, ahogados en los ríos, por deshidratación, insolación ó victimas de animales salvajes. Esto y mucho más es una cara de este país que les ha negado la oportunidad de una vida digna. De la oportunidad de un trabajo y un estudio. El día de hoy vemos que se gasta el dinero público en publicitar lo poco que se hace y no en decir lo mucho que nos falta para mejorar la baja calidad de vida de la mayoría de los mexicanos. Este país donde la rebatinga no está en quien trabaja mejor, sino en quien tiene mas poder ya sea público ó privado. Y esos niños, son quienes pagan las consecuencias del desorden que prevalece. Estas son las pequeñas grandes víctimas y no hacemos algo por enmendar y corregir esta situación.
La liga, sigue estirándose.
¡México es primero! Mayo 2007
