Médicos revelan que los niños con problemas respiratorios como amígdalas, rinitis crónica o sinusitis pueden morir mientras duermen ya que pueden dejar de respirar.
Adultos con sobrepeso, con problemas respiratorios, y niños con amígdalas corren riesgo de morir súbitamente mientras duermen, ya que pueden dejar de respirar.
La muerte súbita es una amenaza para personas adultas que sufren obesidad y enfermedades respiratorias o niños con problemas de adenoides o amígdalas. Los médicos la llaman apnea del sueño, que en términos prácticos supone que la gente deja de respirar mientras duerme.
Es un hecho que se trata de una amenaza, pero -como dice la doctora María Dolores Ochoa Vázquez- se pueden prevenir los riesgos de muerte súbita, infarto y trombo embolia a escala cerebral, así como otras complicaciones del aparato cardiovascular y secuelas neurológicas, ocasionadas por este problema respiratorio.
Esta especialista, encargada de la Clínica del Sueño del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explica que existen dos tipos de apnea del sueño: obstructiva y central:
"La primera dificulta la respiración por vía aérea superior o estructura maxilofacial: no entra aire suficiente a los pulmones, provoca que la persona ronque y deje de respirar parcial o totalmente durante las horas de sueño.
"La segunda -de menor incidencia-, relacionada con una disfunción del sistema nervioso central, cuando el cerebro no manda la señal para respirar.
En el centro hospitalario, localizado en el Centro Médico Nacional La Raza, se realizan estudios a las personas, que permiten identificar qué tipo de apnea sufren, en qué nivel se encuentra la obstrucción y qué tratamiento requieren. Existen clínicas del sueño en el Hospital General Regional No. 1, y en los generales de zona 72 y 192.
La doctora Ochoa Vázquez llama la atención sobre que este trastorno es muy peligroso, porque la víctima prácticamente deja de respirar, lo cual representa un peligro de muerte. También provoca complicaciones en el aparato cardiovascular, pues requier oxígeno para funcionar y el estrés nocturno que padecen sus víctimas -en las noches por dejar de respirar- es muy intenso, lo cual conlleva la amenaza de infarto y alteraciones en el ritmo cardiaco.
Tres cosas que todos debemos saber:
1. Quienes sufren algún trastorno estructural, como adenoides en niños, amígdalas o implantación baja del velo del paladar, pueden resolver el problema con tratamiento quirúrgico de otorrinolaringología, al igual que las personas con alteraciones en el macizo facial.
2. Los pacientes con apnea del sueño pueden desarrollar elevación de los glóbulos rojos, que provoca que la sangre se espese y pueda formar trombos, que llegan a desencadenar una embolia, una tromboembolia pulmonar que cause la muerte súbita o un problema cerebral, con secuelas neurológicas.
3. La prevención de este problema de salud incluye mantener un peso ideal y atender adecuadamente padecimientos como la adenoiditis, amigdalitis, rinitis crónica y sinusitis.
