Según el informe del ejercicio de Presupuesto de Egresos 2006, se pagaron más de 8 millones de pesos para las comidas de los senadores federales. (Archivo)
Senadores destinaron más de 2 mdp a la compra de abarrotes, cremería, salchichonería y bebidas.
Una frase del mundo clásico reza: “Es agradable comer algo en la sartén sin ser parte de los gastos”. (Frínico, Los Tragediógrafos, VII, fr. 60).
Y así sucede con los senadores de la República, que al tiempo que legislan también saben disfrutar de los buenos banquetes.
Entre sus preferencias culinarias se encuentran los pescados y los mariscos.
Según el informe del ejercicio de presupuesto de egresos 2006, se pagaron más de ocho millones de pesos para las comidas de los senadores federales, recursos que fueron asignados al rubro de “productos alimenticios” previstos dentro de la categoría de “materiales y suministros para el trabajo legislativo”.
Además, esta cifra no considera aquellos productos que causan IVA, ni los gastos de alimentación fuera de las instalaciones del Senado.
De acuerdo con la relación de contratos contraídos por esa Cámara, dos millones 749 mil 200 pesos se destinaron a la compra de abarrotes, cremería, salchichonería y bebidas.
Entre los productos de esta lista la encabezan los pescados y los mariscos, cuyo gasto representó 600 mil pesos; las carnes de cerdo y de res, 540 mil y el pollo y otras aves, 249 mil 600 pesos.
En la vieja casona de Xicoténcatl hay un comedor exclusivo, aunque además gozan de servicios como buffet en el salón de sesiones, cafetería y alimentos para las comisiones, reuniones de grupos parlamentarios y de trabajo.
Un cafecito para no dormirse
Las largas horas de trabajo legislativo no serían llevaderas sin una aromática taza de café, que no puede caer sola en el estómago, por lo que los impuestos han de costear su perfecta compañía: galletitas surtidas. Total: 758 mil 400 pesos.
Esto sin contar el IVA en los productos que lo causan ni la posible ampliación presupuestaria de la partida en caso de ser necesario. El proveedor de estos productos es Comercial Morhuer, SA de CV.
Para refrescar los acalorados debates en tribuna nada mejor que una botella con agua.
Si de quitar la sed se trata, los legisladores disponen de una variedad de bebidas para todos los gustos.
De acuerdo con el contrato, cuyo proveedor registrado aparece con el nombre de Antonio García Jiménez, la compra consolidada con entregas parciales de agua y refrescos para los grupos parlamentarios (Peñafiel, Boing, Pepsi, Sangría, Coca Cola, Coca Cola Light y Tehuacán) tuvo un costo de 720 mil pesos.
Como los reyes: queso, pan y vino
Las partidas más jugosas se encuentran en la categoría señalada como “suministro de bienes perecederos comestibles”, correspondiente a frutas, legumbres, abarrotes, cremería, salchichonería y bebidas.
Además del egreso en los productos alimenticios, también se paga para que los transformen en manjares y los sirvan.
El costo adicional por el servicio de meseros, cocineros y ayudantes de cocina es de tres millones 750 mil pesos y el proveedor es el Centro de Estudios Básicos de la Industria Gastronómica, SC.
Los manteles se manchan y hay que lavarlos y para ello se desembolsa 91 mil 200 pesos y el servicio lo realiza Lavamantel, SA de CV.
Cuando la partida presupuestal se agota, siempre queda un recurso: hacerla más grande mediante un convenio modificatorio.
No obstante, un informe de avance del cumplimiento de los Lineamientos de Racionalidad y Austeridad Presupuestaria correspondiente al periodo de enero a diciembre de 2006, página siete, apartado VI, señala que los insumos requeridos para la preparación de alimentos son únicamente los necesarios.
“Ajustándose a la normatividad prevista en la materia y los requerimientos a las cantidades mínimas indispensables para dar atención a las solicitudes hechas para la ejecución del trabajo legislativo de senadores y comisiones”.
