Es un término que llama la atención.
Que atrae y que cautiva cuando aparece alguien que lo muestra.
¿Pero, qué es el liderazgo?
Andando por los caminos de la vida, ya estudiando, ya trabajando, ya cumpliendo tareas profesionales, esto del liderazgo nos fue llenando de curiosidad.
¿Quién posee esa cualidad de liderazgo?
Vimos así, que muchos jefes, que muchos representantes populares, que muchos dirigentes, tenían nombramientos, títulos, herencias, etc. todo, menos liderazgo.
Porque eran seres solitarios que nadie respetaba ni atendía.
Así, fuimos conociendo que el verdadero líder, tiene características muy propios, muy de él. Y que no le llegaron por decreto ni por herencia, mucho menos porque fue favorecido con votaciones equivocadas.
El auténtico liderazgo, del que están huérfanos muchos grupos sociales de nuestro país, es aquél que busca el bien común, el que posee la virtud de ver hacia delante, hacia el futuro, el que encuentra el respeto y el respaldo de los demás por sus acciones de buen juicio, su gran sentido común y su conocimiento de una realidad que no puede ocultarse.
Líder es aquél que va ganando un lugar importante, a la cabeza de los demás, por su sensatez, su inteligencia, su carisma y su capacidad para resolver bien, sobre todo en tiempos de crisis, que es cuando más aflora la capacidad de cada quien.
Muchos funcionarios públicos son eso, nada más, no líderes ni auténticos representantes de una comunidad. Se sacaron la lotería engañando, pero después no pudieron convencer a sus representados.
El liderazgo está reservado para seres muy especiales, y éstos, muchas veces no nacen sino que se van formando con el interés mostrado por aprender y buscar soluciones sensatas y de beneficio colectivo, olvidándose de su comodidad personal para pensar en los demás, en los que representan.
