Podrán inseminar artificialmente a una mujer con los espermas de joven soldado fallecido en la Franja de Gaza.
EL UNIVERSAL
JERUSALÉN, Israel.- Los padres del soldado israelí Kevin Cohen pueden respirar aliviados, mas no felices porque su hijo no volverá. Él murió en 2002, por disparos de un palestino en la Franja de Gaza; pese a ello tendrá continuidad. De su semen congelado ellos, los padres, podrán tener un nieto de Kevin.
Un fallo sin precedentes en este sentido fue autorizado hace pocos días por un Tribunal de Familia en la ciudad de Ramat Gan, despertando conmoción en el país. Es que sin duda fue una decisión poco común: con los espermas del joven muerto se podrá inseminar artificialmente a una mujer a la que él no conocía siquiera, que no era su pareja. Pero convenciéndose de que el deseo del soldado, planteado en diversas conversaciones con sus padres, era tener hijos, los jueces abrieron el camino para los Cohen.
Con los padres en cuestión no se puede hablar, pero sí con la abogada Irit Rosenblum, de la organización Nueva Familia, la cual fundó y hoy representa. Cuenta orgullosa sobre las luchas que dicho marco libra en distintos ámbitos, en torno del lema central:
"Cada uno tiene derecho a formar familia, a su modo".
Es por ello que presiona para que en Israel haya matrimonios civiles y no sólo religiosos, para que homosexuales contraigan matrimonio, para que una mujer soltera sin útero pueda recibir los servicios de una madre portadora y demás. "Soy abogada hace 21 años y puedo asegurar que este caso, el de los Cohen, es el más emotivo que haya tenido jamás".
"Pero además de la alegría de estos padres, que ahora podrán cumplir el pedido de su hijo y garantizar su continuidad, creo que hemos dado un paso histórico. Es hora de modificar las reglas en estos temas de fertilidad tecnológica, y es hora de que el ser humano, solo, pueda determinar qué pasa con su familia, sin que el Estado o la religión decidan por él".
Los Cohen se dirigieron en 2002 a Rosenblum, tras oír de su movimiento poco antes. En 2001, la existencia de Nueva Familia llegó a sus oídos, al representar ésta a la familia de un joven soldado que había perdido su fertilidad a raíz de una enfermedad que padeciera en el servicio militar. "Ese soldado no tenía duda de que si hubiera sabido de antemano que existe la posibilidad de extraer el semen, congelarlo y poder luego sí inseminar a alguien, lo habría hecho".
A raíz de dicho caso, a Rosenblum se le ocurrió la verdadera revolución: "El testamento biológico". "Dimos por primera vez la oportunidad a hombres jóvenes de dejar en claro y por escrito si su deseo es tener continuidad, sea congelando ya su semen y aclarando el uso del mismo inclusive, o limitándose a manifestarse sobre el tema por escrito, para que luego no pueda haber duda alguna".
