¿Qué le pasa al alcalde Guillermo Anaya?; es la pregunta que muchos torreonenses se están formulando, porque a cien días de haber tomado el timón municipal todavía se desconoce su programa de gobierno y, además, en su actuación como capitán del barco se le observa muy ?verde? y carente de ?marineros? que pudieran ayudarle a sortear las tormentas para llevar la nave a puerto seguro. Esto se dice, porque en los últimos días el Alcalde ha dado muestras de perder la serenidad; por un lado, ante las manifestaciones de la llamada comunidad ?gay?, al no atenderlos personalmente, por el ?detallito? de que en las pancartas afectaron a su persona; y de otro lado su actitud ante los manifestantes del PRD que a coro le decían ?Anaya, Anaya, se esconde, se esconde, y no responde?, el alcalde perdió los estribos, revirándoles ?ni madres; no, ni madres, eh, no me escondo?, actitud que revela falta de serenidad y madurez política, cualidades que se requieren para gobernar, pues las manifestaciones y las inconformidades son parte del diario vivir, sea cual sea el color del partido a que pertenezcan las autoridades en turno. Sus colaboradores por su parte, hasta el momento están mostrando incapacidad en el juego para pararle los ?goles? que a diario tiran a su jefe sus enemigos políticos.
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El golpeteo y la guerrita están desatados al interior del PAN en Coahuila. La renuncia en masa de la mitad de la dirigencia del blanquiazul en la entidad, causó revuelo a nivel nacional, a grado tal que la cúpula en la capirucha del smog tomó la decisión de enviar un ?apagafuegos? para calmar los ánimos al interior del partido y al parecer trae instrucciones de pedirle la renuncia al doctor Alfonso Martínez Guerra, actual jefazo panista en la entidad. Todo parece indicar que una comisión de ?delegados? del D.F. se hará cargo de operar las elecciones a diputados federales del blanquiazul en Coahuila, situación que deja muy mal parados a los dirigentes panistas de la entidad, exhibiéndolos como incapaces de ponerse de acuerdo y en todo caso, ?lavar los trapitos sucios en casa?. El ajetreo que se traen debe tener muy contentos a los priistas, los que seguramente con estas cosas están viendo mayores oportunidades de ganar las próximas elecciones a diputados federales.
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En diversas ocasiones se ha comentado el nepotismo de la administración panista, pero curiosamente ello no es privativo de los panistas, pues según se observa hay priistas que lograron sobrevivir al cambio de estafeta manteniendo sus cuotas de poder al interior de la administración municipal. Éste parece ser del caso del representante de colonias populares y ex diputado local, Enrique Sarmiento, quien dicen que después de varios ?amarres? con el alcalde Guillermo Anaya Llamas y con varios de sus colaboradores, logró que le respetaran sus empleos a su hermana, Olivia Sarmiento Álvarez que trabaja en la Dirección de Cultura, a su suegro Ildefonso García, que cobra en Obras Públicas; a sus cuñados Alejandro García como ?aviador? en Servicios Generales y a Andrés García en Obras Públicas. Pero no son los únicos, ya que al decir de los enterados, también cobran en el municipio: Arturo Ortega, Alicia Cobos, Pedro García Estrada, Daniel Ávila, Hugo Corpus Espinoza, Gilberto Favila, Antonio Venegas Rocha, Elizabeth Flores, Nelson Martínez y Daniel Caballero, algunos de los cuales tienen nexos familiares y otros solamente son recomendados del ex diputado. Curiosamente es el único priista al que el alcalde Guillermo Anaya le ha respetado puestos para su gente en la administración panista, lo que de ser cierto confirmaría que Sarmiento está operando un doble juego que podría poner en riesgo las candidaturas priistas en el próximo proceso electoral del seis de julio.
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Cuentan los chismes, que Simón Vargas Aguilar, quien declinó su precandidatura a diputado federal por el Quinto Distrito a favor de Eduardo Olmos Castro, no quedó tan contento como aparentó en sus declaraciones a los medios de comunicación, donde anunció su apoyo al candidato oficial Eduardo Olmos, pues al decir de los enterados anda lanzando amenazas, como dicen ocurrió con Ernesto Chapa, ?escudero? de Manlio Gómez Uranga, a quien le exige la devolución de un apoyo económico que don Simón le dio para apoyar a la ?La Coneja?, Alejandro Gutiérrez, en su intención de ser el próximo gobernador de Coahuila. Según los grillos, advirtió al ?Tato Chapa?, que deje de apoyar a Eduardo Olmos o le va pesar. Inclusive se sabe que en un restaurante del bulevar Independencia, conocido nido de grillos, encaró al ex alcalde Heriberto Ramos y a otros dos testaferros de la polaca que lo acompañaban, diciéndoles en forma sarcástica: ?Gracias por su apoyo, muchas gracias, pero ya nos veremos más adelante...?, vaya usted a saber si el chismecillo es cierto o son mentirillas que deja correr el secretario de Gobierno Raúl Sifuentes para descalificar a don Simón, a quien le hace mala cara porque no forma parte de su grupo de incondicionales.
