El Siglo de Durango
Sí hubo reventa de espacios en la romería del 2 de noviembre en el Panteón Municipal de Oriente. Este medio de información tuvo conocimiento de un caso en donde María del Rosario Blanco pagó 600 pesos por el lugar que originalmente tuvo un precio de 100 pesos.
Por otro lado, muchos de los mercaderes abandonaron la vendimia en cuanto pasó el Día de Muertos, los que se quedaron hasta ayer y posiblemente hoy, hablaron que las ventas no fueron del todo buenas y en algunos casos, pésimas.
Desde antes que iniciara esta tradicional ?Feria del Hueso?, como muchos la llaman, el dirigente de la Federación de Trabajadores Independientes (FTI) Rolando Álvarez Peña, demandó a las autoridades que tuvieran cuidado con la reventa de los espacios pues es una práctica que aún prevalece.
En un recorrido que efectuó El Siglo de Durango, se entrevistó a algunos de los pocos comerciantes que permanecían por la calle Prolongación Pino Suárez y entre éstos a Blanco, quien se dedica a la venta de cacahuates y cañas.
La mujer, madre de familia, pronunció que este año en realidad no fue tan bueno para su negocio. Le quedaron cuatro costales de cacahuate por eso decidió quedarse más tiempo en la romería para vender lo más posible.
Tiene cuatro años instalándose en el sitio y señaló que posiblemente la competencia que hay para sus productos fue un factor para que sus ingresos no fueran lo que ella esperaba.
Por eso su evaluación fue que en términos generales, le fue mal si compara el año pasado. Y dentro de la plática, reconoció que le habían revendido el lugar. Aunque no dio el nombre del propietario del permiso, aseguró que es una señora que vende en el Ex Cuartel Juárez.
Estableció que vende de manera independiente y debido a que les dan preferencia a las organizaciones, es complicado obtener un permiso. También quisiera participar en el tianguis de la explanada de los Insurgentes pero allí, los puestos pueden costar hasta mil 200 pesos en la reventa. No obstante, enfatizó que al menos recuperó su inversión aunque con poco margen de utilidad.
En el caso de Virginia Martínez, quien se dedica a vender pan, este es el segundo año que se instala en la romería. Expuso que muchos de los comerciantes se fueron porque tenían que instalarse en otro tianguis, posiblemente, el del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
Ernesto Carrillo desde hace ocho años participa en esta vendimia y sus cálculos fueron que las ventas disminuyeron un 20 por ciento en comparación con el 2005. Sólo el 2 de noviembre se tuvo una entrada monetaria considerable.
Pero si éste aún conservaba la esperanza de ganar un poquito más, Ricardo Hernández Rocha ayer ya había perdido todo ánimo. Con la camioneta repleta de sandías y piñas se disponía a quitarse del lugar. Fue la primera vez que vendió en esta fiesta pero la experiencia fue por demás mala.
También a punto de comenzar a ?levantar? su puesto, Ramona Castro ?vendedora de burritos y gorditas-, reveló que en el comercio así son las cosas, a veces son excelentes pero otras hay que aguantar la desventura.
Y lejos de lo que pudiera pensarse, Apolonia González vendedora de flores tampoco estaba muy contenta. Pensaba permanecer hasta hoy para ver si con las visitas dominicales terminaba su mercancía.
Todo en calma
Tras el 2 de noviembre, el Panteón Municipal de Oriente reporta saldo blanco. No hubo destrozos, ni accidentados o algo de gravedad que lamentar.
Este día esperan que continúe la afluencia de visitantes, de la gente que trabajó entre semana o bien, los que no gustan de aglomeraciones. Por lo general, el primer día de la semana es el marco para muchas visitas así que hoy no será la excepción.
Jesús de la Torre, auxiliar administrativo del cementerio, compartió que han mantenido especial cuidado en la limpieza del lugar y la estimación es que habían retirado al menos diez toneladas de basura. El personal mantuvo un operativo de barrido permanente, aseveró.
Se mantienen cuatro puertas abiertas en el camposanto y la vigilancia permanece para tranquilidad de los visitantes.
