Padecer con frecuencia de infecciones en los ojos, es señal de alarma y, por ello, se debe ir al médico, pues se puede tener uveítis.
La enfermedad se cura mediante un tratamiento que dura de seis meses a tres años.
Algunas molestias en los ojos, como el lagrimeo injustificado o la aparición del color rojo en ellos, suelen hacer pensar a la gente en que es víctima de la irritante conjuntivitis; sin embargo, el problema va más allá, pues existen otras enfermedades que son una amenaza en ese campo.
Uno de estos males es la uveítis, que según médicos oftalmólogos se distingue por causar inflamación de la úvea, como llaman a la túnica (tela) situada bajo la membrana esclerótica, y que alcanza al iris, cuerpo ciliar y coroides. Este problema, dicen los expertos, puede afectar partes internas vitales del ojo, como la córnea, la retina y otras zonas de este órgano.
El doctor Servicio de Inmunología y Alergia del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, Manuel Almeida Arvizu, dice que si alguien padece con frecuencia de infecciones oculares, que duran más de seis meses, y si aún con tratamiento no mejoran, es necesario que acuda con un médico, ya que puede ser víctima de la uveítis.
Síntomas
Explica que se trata de una enfermedad inmunológica que se manifiesta con la repentina disminución de la visión, enrojecimiento y dolor ocular, lagrimeo excesivo, sensación de tener un cuerpo extraño y fotofobia (sensibilidad a la luz), síntomas que muchas veces se le confunde con una conjuntivitis. Este experto comenta que, debido a que se trata de una enfermedad inmunológica y a que existe una predisposición genética, no se puede evitar, y que existen múltiples causas que pueden detonarla. En México, lo más frecuente es que sea por toxoplasmosis, infección por parásitos, en tanto que en otras partes del mundo es de origen viral.
Buenas costumbres
El doctor indica que la única manera de reducir el riesgo de que esta enfermedad inmunológica ataque, es evitando el contacto con gatos y la carne tártara o cruda, que son las principales causas de la toxoplasmosis.
Apunta que la uveítis era una enfermedad que sólo atendían los oftalmólogos, pues se estima que entre 15 y 20% de la población que acude con estos especialistas la padece.
En la actualidad la atención es multidisciplinaria, por un lado el oftalmólogo revisa periódicamente al paciente y le administra medicamentos, y por otro el Servicio de Inmunología y Alergia cuenta con una Clínica de Daño Inmunológico en Ojo, donde se le brinda el tratamiento con inmunosupresores, que son fármacos que se administran por vía oral o vía intravenosa.
Para determinar que el problema ocular es sólo un daño inmunológico se realizan varios estudios especializados con muestras de sangre. La uveítis se puede padecer a cualquier edad y afecta más a la mujer en proporción dos a uno. Almeida Arvizu agrega que en caso de recibir atención oportuna y adecuada de especialistas, la uveítis se cura mediante un tratamiento que dura de seis meses a tres años. Si la enfermedad inmunológica está avanzada es posible que deje secuelas, como cicatrices oculares, baja en la visión y hasta glaucoma. En ciertos casos puede afectar el oído y cerebro.
Ante cualquier alteración ocular, recomienda: "No se automediquen gotas oftalmológicas ni remedios caseros, ya que podrían empeorar la lesión u ocultar un problema grave como es la uveítis. Lo mejor es acudir con el médico familiar para que de ser necesario, lo derive con el oftalmólogo".
