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La juventud y sus problemas

Vicente Oria Razo

Mejores condiciones de alimentación, de salud y de alojamiento han hecho crecer rápidamente a nuestra población. Una violenta explosión demográfica incrementó aceleradamente el número de mexicanos. En 1940 nuestro país tenía 20 millones de habitantes y actualmente tiene más de 103 millones. En los últimos 60 años nuestra población aumentó rápidamente.

Es cierto que México es un país de juventud. Aproximadamente un 70 por ciento de la población mexicana tiene menos de 30 años. Este crecimiento de la población joven constituye una riqueza muy valiosa para la nación, a condición de que a toda esa juventud se le prepare, se le eduque y se le aproveche acertadamente, junto a los demás recursos del país.

Las nuevas generaciones han llegado en gruesas oleadas a reclamar su derecho a vivir, a luchar por la vida misma. La juventud es una fuerza material y moral que reclama participar en la construcción del país para satisfacer sus necesidades materiales y culturales. Quiere disfrutar plenamente de la vida de hoy y no la de un mañana lejano e indefinido.

Los jóvenes, con su sola presencia dentro de la nación, plantean diversas demandas: estudiar y capacitarse; proteger su salud y practicar el deporte; disfrutar de una sana recreación; tener un empleo y obtener la correspondiente remuneración; fundar un hogar y participar en la lucha política en favor de que existan para todos iguales posibilidades económicas y culturales.

Millones de jóvenes en forma desordenada buscan cómo incorporarse al estudio, al deporte, a la recreación, a la cultura y fundamentalmente al trabajo. Por ello resulta importante que se analice, se planifique y se organice la incorporación de la juventud a nuestro proceso económico, social y político, intercambiando experiencias con otros pueblos con problemas similares a los nuestros.

En todo el mundo, en América Latina y en México, se han realizado congresos y seminarios sobre empleo y las empresas juveniles. Se ha expresado que debe abordarse con entusiasmo y decisión el problema del desempleo y las posibilidades del autoempleo. El empleo es la principal demanda de la juventud.

Para una nación joven como México resulta de primordial importancia acercarse a los problemas de la juventud. Con conocimiento preciso se deben organizar programas adecuados para que la juventud participe activa y efectivamente en la vida del país. La sociedad debe atender las aspiraciones juveniles y darle cauce a su impulso vital para tratar de realizarlas.

Los jóvenes deben incorporarse ordenadamente a los programas de salud, de cultura, de recreación, deportivos y de lucha por superar nuestras dificultades económicas. Pero sobre todo ello se ha de incorporar a programas bien planeados de empleo y producción. Los jóvenes deben ser socialmente útiles en la vida de México.

En esta época es indispensable apoyar todos los esfuerzos que se realizan para crear empresas que generen empleos. Es urgente incorporar al trabajo productivo a los millones de jóvenes desocupados y preparar a los que vienen atrás para que no sufran el humillante y angustioso problema que representa el desempleo.

La juventud reclama una respuesta a la que es su principal demanda: obtener un empleo remunerado.

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