Notimex
México, D.F.- El coordinador del Partido Verde en la Cámara de Diputados, Bernardo de la Garza, advirtió que las ambiciones electorales y de poder del PRI, PAN y PRD han hecho que la LVIII Legislatura de la Cámara de Diputados llegue a su último año de labores debilitada y con una mala imagen entre la ciudadanía.
El líder ecologista analiza el momento por el que pasa el Congreso, la relación el presidente Vicente Fox, el inicio adelantado de las campañas de cara al 2003 y las expectativas de crecimiento de su partido.
Oriundo del Distrito Federal pero con una meteórica carrera en Yucatán que lo lanzó antes de los 30 años a la Cámara baja, De la Garza es poco optimista respecto a que en lo que queda de la LVIII Legislatura se logren las reformas estructurales que requiere el país.
“El PVEM está dispuesto a sacar adelante las reformas urgente y de gran alcance que requiere el país pero, desafortunadamente, en lo que resta del 2002 el tema será económico y a partir de diciembre se dará el “banderazo” a los comicios del 2003. La agenda legislativa seguramente se contaminará”, considera.
En opinión del líder ecologista, ante esa contaminación electoral que ya empieza a permear a la Cámara de Diputados resulta positivo que el Ejecutivo haya mandado su iniciativa de reforma eléctrica al Senado que no será renovado en el 2003.
En su oficina de la Cámara Baja, De la Garza habla también del acuerdo político entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), para repartirse la Mesa Directiva por cuatrimestres. “Es una decisión vergonzosa e ilegal que debilita al Congreso en su interlocución con el Ejecutivo y Judicial”, considera.
Molesto por la salida política que sin cambiar el artículo 17 de la Ley Orgánica del Congreso, permite la “repartición del botín”, el legislador confía, sin embargo, en que el electorado reconocerá este tipo de prácticas que se parecen más del viejo régimen y que hoy reviven los partidos mayoritarios en San Lázaro.
“Nosotros, el PVEM, no ponemos en la mesa de negociaciones los principios y los valores. Para nosotros es mejor ser congruentes que obtener una posición directiva en el Congreso y denunciaremos como en este caso el manoseo de la ley”, advierte el legislador.
Para De la Garza, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados debe durar tres años en el cargo, ya que no debe tener implicaciones partidistas, porque de otra forma se debilita en aras de una democracia sin sentido.
Sobre la relación del presidente Vicente Fox con el Congreso, confía en que su discurso del 1 de septiembre sea la tónica del último año de la actual Legislatura para, con ello, poder concretar las reformas estructurales como la energética y laboral.
Insiste en que los ecologistas están abiertos al diálogo con el Jefe del Ejecutivo, para analizar, valorar todas las iniciativas que envié, porque los cambios estructurales son urgentes y deben estar al margen de las pugnas políticas y electorales.
Sobre los comicios del 2003, De la Garza afirma que el objetivo del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) es alcanzar el 10 por ciento de la votación nacional, sumar alcaldías y pensar ya seriamente en una gubernatura.
“Hemos trabajado mucho estos años y esperamos que en el 2003 nuestra oferta política ya haya permeado a la sociedad para lograr más espacios en todo el país, ya que en Distrito Federal estamos cerca de ser la tercera fuerza política”, señala.
Integrante de la segunda generación de legisladores ecologistas, Bernardo de la Garza también habla sobre lo que hará cuando deje su curul en San Lázaro y no descartó regresar a la contienda electoral para ganar un espacio en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal o en el Congreso de Yucatán.
“Me gustaría continuar en la contienda política, ya que si bien el 2 de julio del 2000 se dio un paso importante en el avance democrático del país, eso aún es insuficiente y la prueba más clara es la forma en que se maneja la Cámara de Diputados. Esas prácticas se deben erradicar”, puntualiza el legislador.
