MEMPHIS, TENNESSEE.- El púgil estadounidense Mike Tyson se proclamó listo para su próximo combate y predijo que noqueará a su compatriota Clifford ?Rinoceronte Negro? Etienne, cuando ambos se enfrenten mañana sábado en Memphis, en un combate de pesos completos cuya organización ha sido un verdadero novelón.
En declaraciones a la prensa, Tyson aseguró que su anterior decisión de cancelar el combate fue más bien motivada por asuntos de dinero que de salud.
Luego de fijar hace meses una pelea contra Etienne, que le serviría como trampolín para conseguir la revancha contra el británico Lennox Lewis, Iron Man estuvo a punto de cancelar el encuentro alegando una molesta gripe.
Otros rumores indicaron que la razón mayor era la mala cicatrización de un tatuaje que se realizó Tyson en el lado izquierdo de su cara.
Sin embargo, la verdadera causa de los titubeos del ex campeón mundial fue su descontento con la cifra de cinco millones de dólares que le ofrecían por este combate, bolsa que Tyson consideró muy pequeña para su "categoría", comparada con los 20 millones que recibió por durarle ocho asaltos a Lewis.
El miércoles, finalmente, Tyson tomó un avión privado y desembarcó en Memphis, luego de llegar a un arreglo con los promotores.
"Ellos ofrecieron darme más dinero. Eso me hizo moverme más rápido. Si no lo hubieran hecho, aún estaría enfermo", reveló Tyson a los periodistas ayer.
Interrogado sobre si el pretexto de la gripe había sido una mentira, Tyson sonrió y replicó saliéndose por la tangente: "Uno nunca sabe. Ahora lo que estoy pensando qué voy a hacer con todo ese dinero que voy a agarrar".
Con su tatuaje alrededor del ojo izquierdo, copia de los que se hacen los guerreros indígenas en Nueva Zelanda, Tyson recalcó que los días perdidos en el gimnasio no mermaban su preparación ni velocidad, y que lo demostraría dándole una verdadera paliza al ?Rinoceronte Negro?.
"Estoy preparado, estoy listo. No tengo problemas. He entrenado cada día y estoy muy bien", añadió.
Tyson apuntó que en otras ocasiones, luego de meses sin pelear, se ha subido a un encordado y ha dado un buen espectáculo. "Sé cómo pelear. ¿Una semana? Eso no me preocupa. Puedo tomar dos semanas de descanso y estar listo para combatir".
Su entrenador, Freddie Roach, no se muestra tan optimista, y poco después del primer anuncio de cancelación hecho por Tyson, cuando éste faltó tres días al gimnasio, dijo que lo mejor sería suspender el pleito.
Cuestionado acerca de la preparación de su discípulo, Roach manifestó que confía plenamente en Tyson y añadió escuetamente: "Estamos aquí. Mike está listo. Estamos ansiosos porque llegue el sábado".
Etienne, de su lado, demostró que también sabe bailar en la cuerda de las excentricidades. Al conocer los tira y afloja de Tyson, el ?Rino Negro? ?un ex presidiario que aprendió a boxear en la cárcel? también tiró su ?numerito? y dijo que tampoco iba a pelear con Iron Man.
Finalmente, Etienne se aconsejó y no quiso renunciar al millón de dólares, la mejor bolsa que ha tenido como profesional. Además, sus asesores tienen que haberle metido en la mollera que esta era una oportunidad única para salir del anonimato, ya que, pese a lo que diga, Tyson no está bien preparado para esta pelea.
En previsión de otro altercado como el que ocurrió en la rueda de prensa en Nueva York con Lewis y Tyson, los promotores de este tope se han cuidado de mantener a las dos ?fieras? separadas en todo momento, evitando el contacto visual entre ellos.
Etienne tuvo un gesto diplomático y, cuando le tocó el turno de hablar, sólo expresó. "Quiero agradecer a Mike Tyson por venir a este espectáculo".
En su esquina, rodeado de sus corpulentos guardaespaldas, Tyson se limitó a enseñar su diente de oro, en una sonrisa torcida, mientras levantaba en brazos y besaba a su más reciente vástago Miguel, de sólo nueve meses.
Imagen contrastante para un hombre que amenazó comerse los hijos de Lennox Lewis.
