El peligro de consumir sopas instantáneas en exceso

Luego de una jornada extenuante o para ahorrar tiempo, el alimento instantáneo, como las sopas, se ha convertido en la alternativa preferida de muchos, pese a que su ingesta excesiva puede traer consigo importantes problemas de salud.

¿Qué contienen las sopas instantáneas?

En la lista de ingredientes se incluyen elementos básicos como sal, aceite refinado, harina de trigo o más, vegetales deshidratados y salsa de soya. Sin embargo, los alimentos ultraprocesados también contienen combinaciones de aditivos artificiales para intensificar el color, prolongar la vida útil, espesar o realzar el sabor.

En las sopas instantáneas se hace uso de potenciadores de sabor, como el glutamato monosódico, extracto de levadura o el inosinato, benzoato y guanilato de sodio. Los conservadores, colorantes, azúcares, condimentos y especias también se encuentran en su contenido, los cuales, en exceso, podrían perjudicar a la salud.

Además, existen ciertos aditivos artificiales que no poseen valor nutricional pero que están regulados por la Unión Europea, por lo que pueden ser utilizados legalmente en alimentos procesados. Sin embargo, algunos aditivos, como el benzoato de sodio, genera preocupación sobre su consumo debido a posibles efectos adversos si se sobrepasan sus límites máximos establecidos.

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La evidencia científica es limitada

¿Qué sucede si consumes sopas instantáneas frecuentemente?

Los altos niveles de sodio de las sopas instantáneas pueden contribuir al aumento de la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, así como propiciar la aparición de problemas digestivos como diarrea, estreñimiento o acidez.

Su pobreza nutrimental ocasiona que el organismo presente un déficit nutricional, en caso de consumirse en grandes cantidades. Además, son ricas en grasas y calorías, lo que favorece el aumento de peso y, por consecuente, un mayor riesgo de sufrir obesidad.

Uno de los aditivos utilizados en las sopas instantáneas es el benzoato de sodio, el cual, según un artículo publicado en National Library of Medicine, es un aditivo que posee "propiedades neurotóxicas a través de la generación de metabolitos tóxicos por parte de la microbiota intestinal".

Además, está relacionado con el aumento de riesgo de trastornos de salud mental y del comportamiento en niños, síndrome metabólico, trastorno por déficit de atención de hiperactividad y enfermedades cardiovasculares. Asimismo, presenta una posible asociación con efectos cancerígenos, según estudios observacionales en animales.

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Aunque puedan resultar una opción práctica y económica, moderar o incluso evitar el consumo de alimentos ultraprocesados contribuye a la reducción de riesgos en la salud. Sin embargo, si se planea consumir sopas instantáneas, la Procuraduría Federal del Consumidor aconseja:

• Leer la etiqueta y seguir las instrucciones de preparación, ya que ciertos productos no recomiendan el uso de microondas.
• Considerar las porciones.
• No consumir si el envase está roto o dañado.

Su consumo ocasional no representa mayor peligro para la salud en una persona sana. Aún así se debe prestar atención a una dieta rica en "alimentos integrales, sin procesar y baja en azúcares añadidos y grasas saludables, independientemente de la presencia o no de aditivos alimentarios" para lograr una mejor salud, enfatiza el laboratorio de microbiología Aconsa.

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Su uso, por parte de los más pequeños, debe ser algo que se debe meditar.