Las líneas paralelas, según saben los geómetras, no se juntan jamás, ni aunque se prolonguen hasta el infinito.
Sin embargo yo conocí a dos líneas paralelas que se enamoraron una de la otra, y el amor las unió aun antes de llegar al infinito. Ahí también llegarán juntas, pues nada ya las puede separar. Tan unidas están que parecen una sola línea, siendo que en verdad son dos.
Los geómetras no admitirán la historia de estas líneas paralelas. Son muy lineales, y no aceptan nada que se aparte de sus axiomas, sus fórmulas y sus principios. Los poetas, en cambio, sí la creerán, y es muy posible que alguno escriba un hermoso poema acerca de ellas. Si llego a leer esos versos los pondré aquí para probar dos cosas: que los poetas saben más que los geómetras, y que el amor hace que dos se vuelvan uno y lleguen juntos hasta el infinito.