Maximilian Murck destacó que ahora lo importante es que hay directrices a nivel internacional. (ISABEL AMPUDIA)
El Gobierno Federal debe reconocer que hay una crisis forense que ha dejado más de 52 mil personas fallecidas sin identificar en los servicios periciales y en las fosas comunes, sostuvo Maximilian Murck, director del Programa Fortalecimiento del Estado de Derecho en México-Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ).
Por lo anterior, destacó que ahora lo importante es que hay directrices a nivel internacional como Interpol por ejemplo, que define claramente como identificar personas, y eso es a través de la genética, huellas dactilares y de la onotología.
“Lo que observamos hoy en México es que hay un convenio que permite el cotejo por ejemplo de huellas dactilares con el INE para fines de identificación, y este convenio hay que aprovechar para dar respuesta a los familiares, dar certeza sobre el paradero de sus seres queridos y especialmente, asegurar que nuevamente se acumulen personas fallecidas sin identificar”, afirmó.
Destacó la importancia de identificar a las personas que fallecen de forma rápida, eficiente y segura, para evitar que en 5 o 10 años se genere otra crisis forense y se acumulen estas personas fallecidas sin identificar.
“Lo que observamos en México es que hay más personas fallecidas sin identificar, pero por supuesto tiene que ver con la situación que hoy en día a nivel federal la Segob, la Comisión Nacional de Búsqueda, pero también las Fiscalías, justamente buscan más, encuentran más cuerpos, y también ahora se está trabajando sobre este tipo de identificaciones masivas en fosas comunes en los panteones públicos”, expuso.
Asimismo indicó que como parte de la GIZ, la intención es fortalecer los servicios periciales para que este número de primero 39 mil personas fallecidas, después 37 mil, y ahora ya se habla de más de 50 mil, este número se reduzca, pues está convencido que si se puede identificar a cientos de personas a corto plazo en México.
“El reto principal hoy en día es el flujo de información, si alguien desaparece por ejemplo en Quinta Roo y lo van a encontrar en Jalisco sin su INE o alguna cosa que lo identifique de forma sencilla, la probabilidad es casi de cero que se identifique a la persona por que no hay intercambio de datos y flujo de información entre Quintaba Roo y Jalisco, ni en la genética ni en el tema de huellas dactilares”, señaló.
Aunado a lo anterior, dijo que por eso es importante aprovechar una herramienta tan impórtate como las huellas dactilares, pues existen muchas, y eso es uno de los primeros lugares en el mundo donde tomas las huellas dactilares de la persona fallecida, se hace el cotejo con la información antemortem, y así se puede identificar a personas de forma eficiente, económica y segura.
“Coahuila en la actualidad es un ejemplo en esa materia porque lo que se observa son dos cosas, y que es fundamental para atender la crisis forense. Entonces hacer con un enfoque de identificación masiva exhumaciones pero al mismo tiempo asegurar que las personas fallecidas hoy en día sean identificadas y eso se debe trabajar juntos”, afirmó.
Finalmente mencionó que no se puede separar, porque si hoy en día no se logra identificar personas, esos se acumulan y terminan en fosas comunes otra vez sin identificar, por lo que Coahuila desde nuestro punto de vista hace lo correcto.
