Una de las disciplinas más difíciles que existen en la actualidad pero que en nuestro país ha dado a grandes glorias, es sin duda el boxeo. Recordando cuando en los años ochenta en que siempre estábamos al pendiente de lo que ocurría con nuestros pugilistas, hacemos recuerdo en aquella ocasión con el cubano de nacimiento pero mexicano por adopción como fue el gran José Ángel "Mantequilla" Nápoles, que mantenía una hegemonía en la división welter pero que después como muchos lo han hecho, empezó a desafiar las categorías superiores y buscó la cumbre en el peso medio retando al argentino Carlos Monzón quién, en un circo que habilitaron como arena en Italia, lo paró en seco y no tuvo más remedio que retirarse de los cuadriláteros.
Pero sin duda, la emoción más grande que ha tenido nuestra nación en el pugilismo, ocurrió con el desaparecido Salvador Sánchez Narváez quién, y si mi memoria de teflón no me falla, en agosto de 1981 venció a Wilfredo Gómez, quién era el amo absoluto en el categoría de los supergallo, en el cual el puertorriqueño, también retó a las leyes al tratar de invadir una división superior pero basta decir que la gloriosa victoria del mexiquense, es considerada como una de las más grandes para el boxeo mexicano ya que el boricua era considerado un auténtico león que venía de noquear en todos sus triunfos, pero contra el orgullo del originario de Santiago Tianguistenco, se topó con un muro que desde el primer round le dejó claro que hablaría con los puños al mandarlo a la lona desde el primer episodio derrotándolo categóricamente en ocho rounds y donde el combate se transmitió por circuito cerrado a todo Estados Unidos y muchos países de Latinoamérica (recuerdo que andábamos buscando donde colarnos hasta para escucharla por radio).
En aquellos años, este deporte se regía por solo dos organizaciones como son el Consejo Mundial y la Asociación Mundial de boxeo, pero dada la gran cantidad de jóvenes que ingresaron a esta disciplina, ya existen otros organismos como la Organización y la Federación Internacional para que esto se amplíe en todos los demás países donde se practique el pugilismo.
Actualmente y sin lugar a dudas el boxeador mexicano más cotizado es Saúl "El Canelo" Álvarez quién este sábado disputará su primer combate de este año en Las Vegas enfrentándose al ruso Dmitry Bivol en donde estará en juego la corona de los semipesados siendo este es un nuevo reto para peleador tapatío luego de barrer la división de las 168 libras (aunque muchos piensen que puro bultos le ponían) para ser el primer peleador mexicano en ser nombrado campeón indiscutido por lo que ahora sube de peso nuevamente para pelear en dicha división.
Bivol es un semicompleto natural y es precisamente ahí, donde radica la primera clave que puede definir la pelea ya que, el púgil europeo, ha peleado toda su carrera en esa división, por lo que no tendrá que batallar con la báscula, pero para el mexicano no es un desafío que pueda desconocer pues ya logró ser campeón OMB de los semipesados en una ocasión cuando derrotó a Sergey Kovalev en noviembre de 2019.
