Ahora la matanza sucedió en un poblado de Texas y lamentablemente las víctimas fueron en su mayoría descendientes de mexicanos.
Fueron 19 los niños asesinados que estudiaban entre el cuarto grado de la escuela primaria Robb de Uvalde, Texas, además de dos maestras y el joven atacante.
Se trata del peor incidente escolar en diez años desde la masacre en la primaria Sandy Hook de Newton, Connecticut, ocurrida en 2012 en donde fueron asesinadas 26 personas, entre ellas veinte niños.
Salvador Ramos, preparatoriano de 18 años recién cumplidos, visitó la semana pasada en dos ocasiones una tienda de deportes para adquirir dos rifles semiautomáticos AR-15 además de varias cajas de municiones.
Todavía más: el multi asesino publicó el pasado viernes en su cuenta de Instagram una foto con los dos rifles que son utilizados por las fuerzas militares de Estados Unidos, pero también por cazadores y grupos criminales.
Esta arma -muy poderosa y al mismo tiempo popular-fue utilizada en las matanzas de Aurora, Colorado; Newton, Connecticut; San Bernardino, California; Las Vegas, Nevada; y Parkland, Florida.
Con muy mal tino el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, evitó criticar la ley que permite la compra de armas desde los 18 años de edad para centrarse en un posible desequilibrio mental del agresor.
En Texas, al igual que la mayoría de los estados norteamericanos, es posible adquirir armas de alto calibre a los 18 años de edad, sin embargo para comprar cerveza y licor se requiere ser mayor de 21 años.
Ramos se levantó ese día temprano y una vez que alistó sus armas y se preparó para sus cobardes ataques, se enfrentó a su abuela Celia Gonzales de 66 años a quien disparó a quemarropa en su cara, la señora fue trasladada a un hospital de San Antonio, en estado de salud crítico.
De ahí el atacante se trasladó a la primaria en una camioneta de su abuela, quien alcanzó a reportarlo a la policía pero lamentablemente no lograron detenerlo antes de su violenta irrupción.
El joven hispano, quien fue dado de baja de la escuela preparatoria y trabajaba de medio tiempo en un restaurante de comida rápida, publicó varios comentarios en Facebook relacionados con los ataques que se disponía a realizar.
Salvador vivía con sus abuelos -no está claro el paradero de sus padres- y según el abuelo no tenía adicción a las drogas ni al alcohol. Sin embargo, es evidente que padecía algún trastorno mental que posiblemente se agudizó cuando fue expulsado de su escuela.
Por cierto, su abuela Celia se jubiló hace dos años de la escuela primaria Robb donde Ramos realizó la terrible masacre en contra de los estudiantes y de dos maestras. Además de los 19 niños asesinados, se reportaron 17 menores heridos varios en condición delicada.
Las causas de estos sangrientos tiroteos son por demás obvias: en primer lugar, la excesiva facilidad para comprar armas por parte de los jóvenes. Imagine usted ¿qué haría si llega a su casa su hijo mozalbete de 18 años con sendos rifles de combate y usted legalmente no puede impedirlo?
Estados Unidos es por mucho el líder en matanzas en escuelas con 288 casos, seguido por México con 8, Sudáfrica 6, India 5, Nigeria y Pakistán con 4.
El segundo motivo es la desintegración familiar que ocasiona desequilibrios mentales en los jóvenes que actúan violentamente para desahogar su frustración y al mismo tiempo vengarse irracionalmente de sus familiares y su comunidad.
Ya es tiempo de que Norteamérica supere esa enfermiza defensa por la segunda enmienda de la Constitución que otorga a los ciudadanos el derecho a mantener y portar armas como una necesidad para un Estado libre.
Este viernes, por cierto, arranca en Houston la asamblea anual de la influyente Asociación Nacional del Rifle en donde uno de los oradores será precisamente el gobernador texano Greg Abbott, un acre promotor del derecho de los estadounidenses a portar armas.
¿La tragedia de Uvalde logrará modificar la segunda enmienda constitucional o una vez más se protegerá a la industria de armas que es a finales de cuentas la más beneficiada por esta ley?
NOTICIA FINAL…
Todo indica que Andrés Manuel López Obrador se quedó solo en su arenga, varios de los dictadores a los que defendió expresaron que aún si los invitan no asistirán a la Cumbre de las Américas.
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